La Voz de Galicia

«Antes en los cumples los niños íbamos al parque a correr, ahora van a sitios de comida rápida»

Ourense

maría cobas ourense / la voz

La médica del CHUO Paola Quintas alerta del aumento de los casos de sobrepeso y obesidad en niños y adultos jóvenes

23 Mar 2022. Actualizado a las 05:00 h.

Comer más fruta y verdura, que las pizzas y las hamburguesas sean una comida esporádica pero no la base de la dieta, evitar el sedentarismo y hacer deporte. Son a grandes rasgos los trucos para evitar el sobrepeso y la obesidad, pero no por conocidos hay que dejar de repetirlos. Al contrario. Cada vez hay más ourensanos con muchos más kilos de los recomendables, y eso tiene incidencia en la salud. Lo ve a diario en la consulta Paola Quintas, que ayer dejó la bata en el CHUO para impartir una charla en Maristas, en un acto enmarcado en la Semana de las Enfermedades Hepáticas. Su objetivo era concienciar a los chavales sobre la necesidad de llevar hábitos de vida saludable para que los adolescentes del presente no sean los adultos obesos del futuro.

Cree Quintas que hay que apostar por un cambio en la educación alimentaria de los niños y eso pasa por modificar también los hábitos de los padres. La médica es consciente de que la comida procesada es más barata y que cocinar sano, además de tener mayor coste, implica más tiempo, algo que muchas veces no tenemos por el ritmo de vida actual. «Cocer pasta o hacer una pizza en el horno nos saca a veces como padres de un apuro, pero si se convierte en la base de la alimentación es un problema a largo plazo», destaca Quintas. Pero no es solo un problema en casa, también fuera. Y da un ejemplo claro: «Antes en los cumpleaños íbamos al parque a correr, ahora van a sitios de comida rápida».

Esa mala alimentación y el sedentarismo están provocando un incremento en el número de pacientes con hígado graso que acaban en la consulta de Digestivo del CHUO. Y no hay tratamiento farmacológico, la manera de atajarlo es con dieta y ejercicio. Si se deja, esa inflamación el hígado puede desencadenar una cirrosis, que abocaría al paciente a un trasplante. Es algo más habitual de lo que se piensa. «Cada vez vemos gente más joven con hígados grasos, personas de 20 o 30 años con obesidades importantes; cuando antes eso sucedía en gente de 50 o 60 años», explica la especialista.


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