Los feriantes de las fiestas de Ourense tampoco quieren estar en el Parque Barbaña: «Nos hacen boicot»
Ourense
Profesionales instalados en la zona lamentan la elección del gobierno municipal
25 Jun 2022. Actualizado a las 05:00 h.
La decisión de instalar las barracas de las fiestas en el Parque Barbaña no ha gustado ni a los vecinos ni a los propios feriantes. Esa ubicación, según dicen los profesionales, no es la adecuada porque no está céntrica y porque no hay otras actividades que atraigan público a la zona. «Además, los vecinos de alrededor nos hacen boicot y ya no vienen», explica Óscar González, de la churrería Hermanos González.
Algunos feriantes ya ni siquiera están en las fiestas de Ourense, como Miro Fernández, que estos días trabaja con su tómbola en Bilbao. «Desde que cambiaron las fechas y coincide con el san Juan ya no compensa», lamenta el empresario. Y los que sí están en el Parque Barbaña se plantean no volver en próximas ocasiones. Óscar González explica que esta zona está demasiado apartada del resto de actividades y, sin otros reclamos, el público no acude a las barracas. «Mucha gente no sabe ni que estamos aquí», lamenta el feriante, que asegura que el rechazo de los vecinos tampoco juega a su favor: «Los que viven alrededor no nos quieren aquí y ya ni vienen». En este contexto, según dice González, los empresarios están en el Parque Barbaña «pintando la mona y gastando gasoil para el generador». Según dice, el Concello debería buscar alternativas y cree que Os Remedios sería una mejor solución. «Si se cerró para el rali o para los conciertos, ¿por qué no se puede cerrar para las barracas?», se pregunta.
Mientras, los vecinos de la zona del Parque Barbaña tratan de sobrellevar estos días lo mejor que pueden. La presidenta de la asociación vecinal, Rocío Díaz, explicaba recientemente que muchos residentes del entorno se marchan a otras casas para poder conciliar el sueño. «Los que están pegados a las atracciones lo tienen que pasar mal, pero son solo unos días y en alguno sitio tienen que estar las atracciones, ¿no?», se preguntaba ayer otro vecino que paseaba por allí.