El sector del metal se encamina hacia una huelga indefinida

Las protestas de los trabajadores del sector siderometal retumbaron este jueves en la ciudad de Ourense. La ruidosa manifestación que recorrió el centro de la capital, desde el parque de San Lázaro hasta la sede de la CEO en la praza das Damas, sirvió para que se escucharan las proclamas de los trabajadores. Su reivindicación pasa por exigir un incremento salarial del 18 % en los próximos tres años, además de una cláusula de revisión salarial ante posibles incrementos del IPC, y una reducción de jornada de dos días. La patronal, por su parte, mantiene su última oferta de un incremento del 12 %.

Los dos días de huelga no han servido para acercar posturas y, por tanto, el sector del siderometal se encamina hacia una huelga indefinida a partir del próximo miércoles, 5 de octubre. Se trata de un sector que emplea a unas 4.500 personas en la provincia y que aglutina a concesionarios, talleres mecánicos, industria del siderometal e instaladores eléctricos.

La patronal dio este jueves su visión de las dos jornadas de protesta y situó en un 30 % el seguimiento de la huelga. Los sindicatos, por su parte, elevan ese respaldo a la protesta y apuntan a que fueron muchas las empresas del sector que se vieron obligadas a frenar su actividad. Las organizaciones empresariales, sin embargo, creen que el paro ha tenido un apoyo muy desigual en las empresas y lamentan que muchos trabajadores no hayan podido acudir libremente a su puesto por la presión o la coacción de los piquetes. «Hubo incidentes como el lanzamiento de piedras o la rotura de cristales como parte de las protestas. Estas acciones ni son propias de piquetes informativos ni favorecen la disposición de poner fin a la huelga lo antes posible», indican.

Una de las reivindicaciones de los trabajadores del metal en Ourense tiene que ver con la brecha salarial que existe con los empleados de las provincias del eje atlántico (A Coruña y Pontevedra). Desde la patronal del sector alegan: «Esas diferencias se deben a que en el convenio ourensano existe el concepto de antigüedad (quinquenio al 6 %) y la jornada laboral termina el viernes. En esos otros convenios, los sindicatos han negociado esos dos puntos a cambio de mejoras salariales y de reducciones de jornada. En Ourense siempre se han negado de manera sistemática a negociar estos puntos».

El conflicto llega al Parlamento

El BNG insta a la Xunta, a través de una proposición no de ley, a que se implique en la resolución del conflicto abierto en la industria siderometalúrgica de la provincia de Ourense. Los nacionalistas quieren que promuevan las acciones necesarias para conseguir que las partes lleguen a un acuerdo que garantice e poder adquisitivo de los salarios del personal afectado por el convenio de la industria y de los talleres de reparación.