Los jabalíes siguen invadiendo el barrio ourensano de Covadonga y los vecinos urgen soluciones

Días después de que los jabalíes fuesen noticia por hacer acto de presencia en la ciudad de A Coruña, la Xunta anunció medidas excepcionales para controlar la población de la especie en Galicia. Sin embargo, en otras localidades llevan tiempo quejándose de la presencia de estos animales, como ocurre en Covadonga, en el municipio de Ourense capital. «Ahora saltó el tema en Coruña y, como allí la gente hace más ruido, es cuando se empiezan a mover», explica Jesús Couceiro, de la asociación de vecinos del barrio.

La entidad vecinal lleva desde hace exactamente un año movilizándose para tratar de buscar una solución a la presencia continua de jabalíes. Fruto de su presión, se celebró una reunión con la presencia de representantes del Concello de Ourense, la Xunta de Galicia y la Subdelegación del Gobierno en la que todas las partes se comprometieron a adoptar las medidas necesarias para tratar de resolver el problema. Sin embargo, un año después la situación sigue tal y como estaba, explica Couceiro. Efectivamente, fueron desbrozadas dos fincas, pero la maleza ha vuelto a crecer y los jabalíes han recuperado esos espacios.

Aunque en ocasiones aparecen a plena luz del día, lo habitual es que estos animales inicien su actividad en Covadonga cuando anochece. «Ellos hacen siempre el mismo recorrido, que lo tienen más que conocido», explica otra vecina del barrio, Conchi Muñoz. Los jabalíes van en busca de comida y dejan a su paso un rastro de jardines y zonas verdes destrozadas, a veces incluso en mitad de la plaza central de Covadonga, donde Jesús Couceiro muestra las huellas del paso reciente de los animales, que suelen concentrarse un poco más abajo, en una finca junto a la carretera que sube desde el Pazo de Guizamonde.

El representante de la asociación vecinal destaca que los jabalíes podrían ocasionar algún accidente y recuerda la reciente muerte de dos jóvenes en Chantada cuando circulaban con su coche y se les cruzó uno. «No podemos estar con esta incertidumbre porque cualquier día puede pasar algo. Mucha gente dice que no hacen nada, que no hacen nada, pero es un animal salvaje y cualquier día podría haber una desgracia», explica Conchi Muñoz, que subraya que no es la primera vez que un jabalí «se echa» a los perros, aunque por ahora no ha habido que lamentar ningún ataque grave.

Las medidas excepcionales adoptadas por la Xunta suponen una leve esperanza para los vecinos de Covadonga, pero temen que la solución sea compleja. «El problema es que estamos en un núcleo urbano. Hay edificios aquí, allí, en todos los lados. Hacer una batida es imposible», resume Jesús Couceiro, que también duda de la solución de las jaulas. «Nos parece una milonga. Lo único que hay son fotos», dice el representante vecinal, que echa en falta una mayor implicación del Ayuntamiento en este asunto. «El tema hoy está en cabecera porque la alcaldesa de A Coruña ataca a la Xunta y porque A Coruña no es Ourense a nivel político. El alcalde aquí parece que no quiere tener demasiados roces con la Xunta, esa es mi deducción. Pero el problema lo seguimos teniendo desde hace un año», dice Couceiro.

Lo cierto es que fuentes del gobierno autonómico aseguran que el ofrecimiento para instalar jaulas para atrapar a los jabalíes en Covadonga y en otros puntos del municipio sigue en pie. Apuntan, no obstante, que es responsabilidad del Ayuntamiento elegir sus ubicaciones y hacerse cargo de los animales atrapados. Trasladada la consulta al Concello de Ourense sobre sus planes al respecto, el gobierno municipal declinó contestar.

En terrenos urbanos se priorizará la captura en vivo de los animales

Este fin de semana la Consellería de Medio Ambiente publicó en el Diario Oficial de Galicia cuatro resoluciones, una por provincia, en las que se detallan las normas que regirán la emergencia cinegética declarada en la comunidad. Según argumenta el gobierno autonómico el jabalí «provoca múltiples danos na agricultura e accidentes de tráfico». También destaca que «é un problema adicional a presenza cada vez máis habitual de xabarís nas zonas urbanas». Además, su elevada población «favorecería o risco de dispersión de certas enfermidades, como a peste porcina africana».

Desde la entrada en vigor de la declaración de emergencia hasta el día 25 de febrero del 2024 se permitirá abatir o capturar sin límite a estos animales, de ambos sexos y también crías, en toda la provincia salvo en la comarca de la Baixa Limia. En el caso de los terrenos no cinegéticos —como ocurre en Covadonga, por ejemplo— será necesaria una autorización expresa y se priorizará la captura en vivo de los animales mediante jaulas. Cuando estas no den el efecto deseado se permitirá la práctica de la modalidad de espera diurna y nocturna. Para ello habrá que pedir permiso y «adoptaranse as medidas ou precaucións necesarias para garantir a seguridade das persoas», dice la resolución.