Ana Peleteiro y Benjamin Compaoré brindaron en su boda con un godello de Monterrei y un mencía de la Ribeira Sacra

Es probable que los brindis de la boda de Ana Peleteiro y Benjamin Compaoré se hicieran en varios idiomas, pero todos compartieron el carácter de los vinos elegidos para la ocasión por los novios y por los profesionales a los que confiaron el diseño de su menú. Los deportistas seleccionaron para su gran fiesta un godello de la DO Monterrei, en Ourense, y un mencía de la Ribeira Sacra, denominación que la provincia ourensana comparte con Lugo. Para las burbujas tampoco salieron de Galicia y optaron por un espumoso de La Fabulosa.

El blanco se trata de una elaboración de la bodega Crego e Monaguillo, con un 90 % de uva godello y un 10 % de treixadura. Es goloso, fresco y afrutado. El tinto es una de las elaboraciones más especiales de Rectoral de Amandi (Sober, Lugo), que pertenece al grupo empresarial ourensano Bodegas Gallegas. En concreto eligieron el Matilda Nieves, de color rojo cereza, con aroma de frambuesas y moras y notas de regaliz. Salió al mercado en el 2020, acumula varios premios -este año recibió el Acio de Ouro- y lleva el nombre de la hija de la gerente de esta firma vitivinícola familiar. Precisamente Myriam Vázquez define este caldo como «joven, fresco, moderno y muy viajero», así que la elección no podía ser más adecuada para los dos atletas y para un día que pretendían que fuera inolvidable.