Halloween convirtió la ciudad de Ourense en una pesadilla

Ourense se echó a la calle para pasar una noche de terror programado. El tren de borrascas se frenó este martes y la lluvia de los últimos días dio una tregua para celebrar el Halloween en la ciudad. El desfile, con dos carrozas inspiradas en «Pesadilla antes de Navidad», la clásica película de Tim Burton, con personajes bellamente caracterizados, salió puntualmente a las 20.30 horas del parque de San Lázaro. El personaje de Jack Skellington comandaba la comitiva, seguida por otra carroza de animosas calabazas. Para entonces, ya todas las calles del casco viejo estaban llenas de personajes de terror: carniceros, brujas, muertos, fantasmas o esqueletos más o menos sexis. En la plaza Mayor, los soportales estaban conquistados por una tarotista sonriente pero muy oscura, por un féretro tenebroso y por una planta humana metida en un tiesto que reaccionaba agresivamente si la tocabas. Algo que los niños intentaban provocar. Hasta las nueve de la noche no hubo que abrir los paraguas. Había donde acogerse, pero quizás no era lo más recomendable: bajo unas lonas verdes se escondía un sanatorio con enfermeras de la muerte y celadores que transportaban pacientes ensangrentados deseosos de captar clientes. Había posibilidades de salir con vida de ese túnel del terror sanitario, pero con un gran susto o muerta de risa. Fuera, sonaban las motosierras con otros dos personajes que hacían correr a los pequeños entre chillidos estridentes. La música rock sonaba en el palco de la plaza Mayor y las terrazas estaban llenas en víspera de festivo y con animación. A los ourensanos les gusta disfrazarse y cualquier excusa es buena para hacerlo. Incluso un Halloween americano que, pese a sus detractores, lleva años calando en la sociedad española y que también ha conquistado Ourense, convertida en una ciudad de pesadilla por una noche.