Denuncia que le sustrajeron casi seis mil euros de sus cuentas de banca electrónica para compras en Nigeria
Ourense
Una ourensana reclama los fondos que retiraron accediendo a sus tarjetas sin su autorización y la entidad cree que fue víctima de un engaño y que facilitó sus claves
10 Mar 2024. Actualizado a las 10:48 h.
Eran las tres de la madrugada del 27 de enero y Carmen estaba durmiendo en su casa de Ourense. No podía sospechar que entonces comenzaba una pesadilla que ya dura semanas y que le está arrebatando el sueño. Alguien, desde otro punto del planeta, estaba comenzando a saquear sus cuentas bancarias. Al menos así figuran los cargos: como compras en una empresa de Nigeria denominada Europlay, con importes de 990, 995 y 530 euros, respectivamente. No fueron las únicas cantidades de las que los jáquer se apropiaron. Esa misma noche le cargaron en una tarjeta prepago en otros tres movimientos. En total 2.515 euros, por operaciones supuestamente realizadas en Madrid o en Atenas para gastos en esa empresa Europlay. De otra cuenta, que la afectada afirma que tiene para ahorrar en común con su marido, desaparecieron más de tres mil euros. En pocos minutos de esa noche del 27 de enero, mientras Carmen dormía, se volatilizaron casi seis mil euros (5.561 €).
Dos días después Carmen se dio cuenta de que había habido movimientos raros en sus cuentas. Se dirigió a su oficina bancaria y le dijeron que se tendría que esperar a que se efectuase el cobro, a final de mes, para poder presentar la reclamación. Desde entonces sigue en lucha con el banco para que devuelvan lo que parece un claro fraude. Lo ha denunciado ante la Policía Nacional, ha recabado apoyo de la OCU, además de dirigir escritos y hacer llamadas a su entidad bancaria.
De momento, su banco -según Carmen- resolvió su petición como desfavorable diciéndole que ella pinchó un enlace que dio acceso a sus cuentas a los jáquer. El banco asegura, tras haber sido consultado por La Voz, que realizó un análisis muy profundo del caso y consideran que la clienta ha sido víctima de una estafa, de un engaño. Comprometió sus claves al entrar posiblemente en una página falsa tras pinchar ese enlace. A partir de ahí, los defraudadores tienen acceso a las aplicaciones, a las cuentas y a las tarjetas. Sin embargo, según la entidad bancaria, es preciso algo más que pinchar un enlce por error o engaño; para que se produzca una salida de dinero es necesario que las operaciones se hagan desde el dispositivo habitual del usuario. Para evitar este tipo de fraudes, remarcan, cada vez que se entra a una APP o web oficial de una entidad bancaria aparecen mensajes de advertencia de que los bancos no envían SMS con enlaces ni llaman nunca por teléfono a un cliente para pedir las claves de seguridad.
Esta clienta niega haber facilitado sus claves. Afirma que tiene cuidado para proteger su seguridad en las compras por internet. Explica que, por ejemplo, el código de verificación lo cambiaba cada minuto. Asegura que no recibió SMS de confirmación para autorizar esos cargos fraudulentos. «¿Qué seguridad da el banco. Quieren que tengamos la banca online, que paguemos con las tarjetas y que no demos trabajo, pero en la ciberseguridad no ponen los medios para evitar estos desfalcos», lamenta la perjudicada. Desde que empezaron este tipo de fraudes, explica un responsable del banco, los mensajes relativos a operaciones se envían descritos y contextualizados para dificultar errores o accesos indebidos.
«Lo habitual es que se produzcan engaños básicos, nada sofisticados, como alguien que llama haciéndose pasar por personal del banco», afirman desde la entidad. Por eso, insisten en que «conservar las claves de seguridad es como la puerta de tu casa».
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La clienta siguió recibiendo mensajes que, lejos de tranquilizarla, aumentaron su inquietud. Como un correo electrónico, enviado supuestamente por el banco, que le ofrecía ampliar su crédito a seis mil euros. Hubo más episodios sospechosos como una llamada, el 2 de febrero, de un tal Jhon Sifuentes, que se presentó como responsable de la oficina de fraudes del banco. Le preguntaba si había recibido SMS con mensajes del banco. «Sospeché que esta persona podría ser un jáquer que estaba suplantando la identidad del banco para verificar que realmente no habían dejado pistas de este robo», explicó la usuaria en una de sus reclamaciones a la entidad.
Uno de los puntos que quiere aclarar es por qué desaparecieron sus SMS entre el 4 de diciembre y el 31 de enero. -«¿Quien los hizo desaparecer?» -se pregunta Carmen. «Te ves abocada a ir a la justicia. Los bancos no ponen los medios de seguridad adecuados», responde. Asegura que esta situación le está provocando una sensación de «inseguridad tremenda». «El Gobierno tiene que tomar medidas para que los bancos tenga más ciberseguridad porque allí tenemos nuestros ahorros para que nos los protejan», reclama.
La perjudicada ha denunciado el caso en la comisaría de policía, se ha puesto en contacto con la OCU y acudirá a la vía judicial si la entidad bancaria no reconoce la estafa. Le han dicho que pueden tardar dos meses en resolverla. Por parte del banco, señalan que tras la reclamación aún le quedan otras vías, como acudir al defensor del cliente, que opera como un órgano independiente, o al Banco de España.
La clienta explica que, además de haber perdido los ahorros que le costó tiempo reunir, a raíz de esta situación se vio obligada a cambiar de móvil, de correo electrónico y a resetear su ordenador para proteger sus datos. «Son los bancos los que deben proteger a sus clientes y garantizar la seguridad», insiste.