El Ourense CF igualó el tope del Arenteiro entre los mejores campeones

Aún resuenan las celebraciones del Ourense CF, en camino ya hacia la Primera Federación. Su segunda unidad tampoco perdió la oportunidad de mostrarse competitiva en la despedida en Avilés y eso ayudó a pulir un poco más una temporada casi perfecta. De hecho, los números del plantel de Rubén Domínguez solo han sido superados en puntos por dos equipos, en la corta historia de la Segunda Federación de los cinco grupos.

Los de Oira llegaron a los 73 puntos, con 21 victorias 10 empates y 3 derrotas, balance calcado al que le bastó al Arenteiro, el pasado curso, para llevarse el título con varias semanas de antelación, lo mismo que hizo el Antequera (22-7-5), para imponerse en el grupo 4.

Son cifras que solo superó el Córdoba de la campaña 21/22, al llegar a los 82 puntos con Germán Crespo en su banquillo y un arsenal que contaba con Antonio Casas (17 goles), los hoy atacantes del Lugo Willy Ledesma (16) y Adrián Fuentes (13), así como un Miguel De las Cuevas (13) con pasado en Primera (Atlético de Madrid, Sporting de Gijón y Osasuna). Los verdiblancos totalizaron 86 tantos.

Recientemente igualó esa puntuación el filial del Athletic Club, que ha sido noticia tanto por su excelente temporada como por la decisión de Carlos Gurpegi, quien también destacara como futbolista en San Mamés, de no renovar y abandonar los banquillos, pese a que su incipiente trayectoria en las categorías de formación estaba situando muchos focos sobre él, tanto en el Baskonia como en el Bilbao Athletic.

Otro factor a tener en cuenta es que los dos campeonatos ourensanos ratificaron el dominio gallego en el grupo 1 de la competición, ya que en su estreno (21/22) había sido el Pontevedra el que se alzó con el ascenso directo, eso sí, bajo la batuta de un técnico leonés, Ángel Rodríguez.

Los granates solo cedieron este año ante el Ourense CF, perdiendo así la opción de convertirse en el primer bicampeón de la aún joven categoría, un logro que también malogró el Numancia de Soria, el cual dependía de sí mismo en la última jornada y perdió en Cáceres: 5-0.

Donde también destacan sobre manera los proyectos de los dos clubes ourensanos es en la juventud de sus respectivos cuadros técnicos. Javi Rey ascendió con el Arenteiro a la edad de 38 años, los mismos que Diego Martínez Ruiz, cuando había subido con el Numancia en el curso anterior. Hace apenas unos días, Rubén Domínguez rebajó ese registro, puesto que no cumplirá los 37 hasta finales de este mes.

Y algo le corresponde también a Fran Justo en la rutilante temporada de los de Espiñedo en el ejercicio 22/23, puesto que inició la competición con ellos, propiciando el cambio de entrenador con su marcha al Lugo, para debutar en la Segunda División. El ourensano —hoy en el Real Unión de Irún— tenía solo 33 años cuando se hizo efectiva la primera plaza de los carballiñeses.

Al contrario, el más veterano de los responsables técnicos que han ganado la segunda liga federativa fue el malagueño Miguel Rivera, a los 61 años, con la Unión Deportiva Melilla.

Máxima efectividad en el balance defensivo en Oira

Si la temporada 21/22 del Córdoba fue un festival de goles, tanto el Arenteiro como el Ourense CF ampararon sus respectivos entorchados en una organización defensiva de las mejores que se recuerdan en la Segunda Federación.

Los carballiñeses firmaron un balance de 44 goles a favor y 19 en contra, apartado este último en el que solo se han visto superados por otros cinco campeones. Sus vecinos ourensanos también encajaron 19, incrementando sus prestaciones en ataque, para llegar hasta las 54 dianas.

La principal fortaleza de los discípulos de Rubén Domínguez se dejó ver en los partidos de Oira, donde jugó toda la temporada, mientras se reformaba el campo de O Couto, donde debutará en la Primera Federación. Como locales, los azulones presentaron una tarjeta con 15 partidos ganados, un empate (Pontevedra) y una derrota (Zamora). Encajaron solo 7 goles, de los que tres fueron anotados en el partido que perdieron, cuando estaban en inferioridad numérica. Fueron por tanto doce porterías a cero en un feudo prácticamente inexpugnable, con Raúl Marqueta a la cabeza, bajo palos, y Bruno Rielo cumpliendo también sin recibir anotaciones en Avilés, su única aparición en el torneo regular, con el título ya en el bolsillo.

En el caso del Arenteiro, fue capaz de terminar con esos 19 goles en contra, aunque ya no se jugaba nada en las cuatro últimas jornadas. Diego García recibió 15, mientras que Adriá Rojas recogió del fondo de la red los otros cuatro. Los carballiñeses también fueron muy regulares en la estadística de sus porterías a cero, hasta el punto de que se fueron sin encajar en la mitad de los partidos que disputaron en la competición. Eso sí, incluso fue más complicado batirlos como visitantes, puesto que le echaron el candado a su portería en 9 desplazamientos, consiguiéndolo en otros 8 en Espiñedo. Números que aclaran su fiabilidad en todos los campos.

Máximos realizadores

En cuanto a la suerte suprema del gol, los arietes azulones cumplieron con su papel. Amin firmó 12 dianas, hasta que el Real Murcia vino por él en el mercado invernal, y la dirección deportiva del club movió ficha con rapidez para captar a Gonzalo Di Renzo, quien marcó 8 en solo 11 encuentros. Un año antes, en O Carballiño, Antón Escobar fue su mejor artillero con 14, llamando la atención de varios ojeadores, aunque se fue a Irún, precisamente con Fran Justo.