Los pazos de Ourense, en desigual estado de conservación
Ourense
Los pazos de Ourense
Por todo el rural de la provincia hay casas nobles, algunas bien conservadas, otras en ruinas
08 Sep 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Cerca de Monforte, en Tor, hay un pazo que pertenece a la Diputación de Lugo, que lo recibió de su última heredera y se ha convertido en un muy interesante museo vivo de cómo era la vida de los nobles, y también del servicio, en la Galicia rural hasta mediado el siglo XX. En Ourense también existen un buen número de pazos y casas señoriales, pero se encuentran en desigual estado: algunos recuperados para uso público con distintas finalidades, otros son bienes privados restaurados como alojamientos privados o de hostelería y muchos se encuentran abandonados y en ruina. Repasamos aquí algunos de los edificios más característicos.
De uso público
Pazos de Vilamarín y de Fontefiz. El Pazo de Vilamarín, en la localidad de Borulfe, se construyó en el siglo XV. Por su fisonomía es más un castillo o fortaleza que una casa. De planta hexagonal, tiene torres de defensa en cinco de sus ángulos. En el interior las dependencias se ordenan en torno a un patio de galería abierta. Pertenece a la Diputación de Ourense y en él se expuso la obra del artista Xaime Quessada. Ahora está vacío y la institución provincial redefinirá su uso. El Pazo de Fontefiz, situado en la parroquia de Ucelle, en Coles, data de finales del siglo XVI y su origen fue clerical y en 1606 se convirtió en una casa solariega. Su patrimonio fue creciendo en los dos siglos siguientes. Pedro Ventura de Puga (1775-1866) fue su último señor, en una época de transformación social. Desde 1944 se transformó en un centro de selección de ganado bovino y actualmente alberga el Centro de Recursos Zoogenéticos de la Xunta de Galicia, donde se recuperan y promocionan las razas de ganado autóctonas. Fue restaurado entre el 2000 y 2005 y conserva elementos originales como el palomar, la lareira y la capilla.
Privados reconvertidos
Bentraces y Turbisquedo. El origen Pazo de Bentraces (Barbadás) se remonta al siglo XV y fue una residencia episcopal de monasterio de Celanova. En los siglos XVII y XVIII se transformó en casa señorial. A finales del siglo XX fue restaurado para convertirlo en un hotel de estilo clásico, especializado en bodas, que conserva su ambiente y estructuras palaciegas. También como alojamiento que evoca la antigüedad funciona actualmente el Pazo de Turbisquedo, en A Peroxa, un edificio de 1731 de estilo neoclásico que cuenta con un torreón. En O Barco, el Pazo de Flórez o do Castro y la Casa Grande conforman un conjunto que data del siglo XVII y que ahora es un hotel monumento. Sus últimos moradores fueron los marqueses de Esteva de las Delicias.
Casas familiares
De Piñor a A Mezquita. Otros pazos mantienen la propiedad privada y su uso residencial, por lo que no son visitables, aunque llamen la atención por sus imponentes muros. Sucede con el de San Lorenzo de Piñor (Barbadás) o el de A Mezquita (siglo XV).
En abandono
Pazo de Banga y del Olivar. El alto coste del mantenimiento y de la conservación de estas construcciones antiguas y de gran tamaño, además de las circunstancias históricas y familiares hacen que muchos inmuebles estén abandonados. Sucede eso con el Pazo de Banga, en O Carballiño, donde pasó temporadas Emilia Pardo Bazán. También el del Olivar o de Puga, en Toén, o el de Arnoiaseca, en Gomesende.
en venta
En desuso o con cambio de propietarios. En los portales inmobiliarios hay una veintena de pazos o casas grandes en venta en la provincia. Entre ellos, el de A Fronteira (O Pereiro) o el de Guntimil (Xinzo).