El COB luce su mejor traje de líder para doblegar al Cantabria en el Pazo (93-65)

La fiesta continúa en el Pazo. Otra contundente victoria —tres de tres— del Club Ourense Baloncesto anima a su fiel afición a disfrutar del torneo. El Cantabria de Torrelavega hizo la goma durante todo el partido, para acabar cediendo en la tercera entrega y caer al final: 93-65.

Salió algo dormido el conjunto de Moncho López, que veía como Kande sacaba partido del rebote ofensivo, seguido de un triple de Voytso, para un 2-5 de salida, limado por los cobistas con los movimientos de Ben Krikke y Unai Mendikote por dentro. Un triple de Javi López apretó el resultado al ecuador del cuarto, remontando Mendi (14-12), cuando más daño hacía la defensa local. Un robo del base canario y su conexión con Brito forjaron el parcial de 7-0. En un nuevo estirón ourensano colaboró el debutante Sergio Rodríguez destilando calidad y, por si fuera poco, se estrenaba Moody en el último minuto con un triple desde su casa y dedicatoria a la grada: 28-18.

El segundo cuarto presentó a un quinteto cántabro más aguerrido, pero el baloncesto era menos fluido. Tres triples consecutivos de Germán Martínez acercaban a los visitantes a un 30-29 y Samu Rodríguez sostuvo a los de casa con dos buenas anotaciones. Persistían las rachas, pese a que el COB era más sólido cuando ajustaba los marcajes. Un triple de Martín Fernández, con personalidad al darle respiro a López en la dirección, y el siempre fiable Krikke elevaban la renta ourensana a 7 puntos, aunque los forasteros paraban el electrónico en 41-39, al marchar a vestuarios.

El tercer episodio tuvo un protagonista claro, Ben Krikke. Si una polémica canasta de Littleson igualó el choque 47-47, la respuesta del quinteto de Moncho fue rápida, triple de Moody y recital del pívot canadiense, imparable bajo canasta y espectacular cuando se abría, como al cuajar un dos más uno para el 63-53, que sofocó la rebelión cántabra y cimentó el 67-53 sellando el cuarto, con 13 puntos de Benjamin en esos diez minutos. En el último capítulo, Rosa le puso el lazo a la victoria ourensana con ocho puntos seguidos (77-55), antes de que Krikke provocara con sus canastas los gritos de MVP, en perfecto inglés, para que se fuera haciendo a la idea. Otra tarde de cara.