Un zorro va a cenar al restaurante del Hotel San Cibrao cada día desde hace un año: «Es como un cliente más solo que no paga»
Ourense
El animal empezó a pasarse por la terraza del local en octubre del 2023 y ahora es ya como una mascota para el equipo y los clientes del negocio
07 Dec 2024. Actualizado a las 14:41 h.
En el restaurante del Hotel San Cibrao, en el municipio ourensano que le da nombre, reciben cada día desde hace un año una visita de lo más especial. Un zorro es el cliente más habitual de este local. «Empezó a venir en octubre del 2023. Lo hacía a escondidas. Se ocultaba entre los coches y se acercaba a un lado de la terraza», explica Floren Santos, encargado del establecimiento en San Cibrao das Viñas. «Poco a poco fue ampliando sus visitas y ganando confianza hasta ahora, que viene cada día sin excepción», confiesa.
Por su situación —en el rural ourensano— el equipo del restaurante está acostumbrado a recibir la visita de gatos o perros. «Lo que hacemos es llamar a Seprona y ellos se encargan, pero con el zorro nos dijeron que no podían hacer nada, así que, como quien dice, lo adoptamos», bromea Floren. Todos los días el animal aparece por la terraza del local. En verano su visita es a medianoche, pero en invierno, como atardece antes, se acerca entre las ocho y las nueve de la tarde. «Le damos de comer pechuga de pollo cruda y restos de otras elaboraciones, también sin cocinar, y le encanta. De hecho es listo y muchas veces ya viene directamente por la parte de atrás del hotel, por el acceso a la cocina», dice el encargado del negocio. «Es como un cliente más solo que no paga», añade.
El zorro se ha convertido en un atractivo más del Hotel San Cibrao y allí todos, tanto comensales como empleados, lo tratan como si fuese la mascota del local. «Los clientes nos piden comida cruda para darle. Le sacan fotos, lo graban, lo tocan mientras come y la verdad es que el animal se deja querer», dice Floren. De hecho no son pocos los que, enterados de la peculiar visita, deciden prolongar su estancia en el lugar para verlo. «En esta época aún bueno, porque se pasa por la tarde, pero en verano es curioso que esperan hasta la una de la madrugada si hace falta», asegura Floren.
«Cuando empezó a venir parecía que estuviese enfermo, estaba desnutrido y tenía escamas en la piel», recuerda el encargado del restaurante. «Ahora está precioso, con el pelo brillante. Yo siempre bromeo diciendo que deberíamos hacerle fotos para montar un calendario», admite. No descarta la idea. Lo que no han hecho todavía es ponerle nombre pero, por todo lo demás, este zorro es prácticamente la mascota de San Cibrao.