Fernando Tejero: «'Camino al zoo' habla de ese animal que llevamos dentro y no nos atrevemos a sacar»

En el Teatro Principal contarán este domingo con la presencia de Fernando Tejero, Ana Labordeta y Dani Muriel para poner en escena uno de los textos de referencia de Edward Albee. «Camino al zoo» se representará mañana, día 15, en el espacio escénico de la calle de la Paz (19.00 horas). Juan Carlos Rubio y Bernabé Rico son los autores de la versión —que fusiona la pieza de mediados del siglo XX con la precuela que Albee publicó en el año 2004— y el primero asumió la dirección del montaje. Fernando Tejero es Peter, el protagonista principal de la obra.

—¿Cómo está resultando la gira?

—Aunque suene a tópico la verdad es que estamos muy contextos porque está saliendo todo perfecto. El público está respondiendo, llenamos prácticamente en todas las funciones, y la crítica destaca el montaje. Más no se puede pedir, tratándose de un texto que no es fácil y requiere de un espectador al que le guste de manera especial el teatro.

—¿Impone abordar un autor como Albee y una obra como la elegida?

—Sin ninguna duda. Es un reto por el texto, por un creador que es uno de los grandes dramaturgos —autor de «¿Quién teme a Virginia Woolf?», «Tres mujeres altas» o «La cabra»— y por quienes la han representado. Aunque se ha optado más por la versión de este siglo.

—Peter y Ann no hablan sobre sus diferencias como matrimonio. Él se va al zoo de Central Park y allí se encuentra con Jerrie, que le cuenta las historias más inverosímiles. ¿Demasiado habitual?

—Lo que hace diferente, y le da un grandísimo atractivo a esta obra, es su vigencia después de tanto tiempo. Por desgracia todas las vicisitudes por las que pasan son actuales: incomunicación, soledad, incongruencia. Y a mí es algo que me ha pasado en la vida, porque habla de cuando tú no admites quién eres por miedo al que dirán, al dedo acusador o a la condena del que está enfrente. Hasta que llega el momento de la catarsis y te atreves a asumir la realidad y a reivindicarla. Todos somos Peter, Ann y Jerrie.

—¿Esa es la clave?

—Sí. «Camino al zoo» habla de ese animal que todos llevamos dentro y no nos atrevemos a sacar. Esa lucha personal es la que convierte este papel el algo extraordinario.

—Tiene un amplio recorrido pero se le sigue viendo como un actor de comedia.

—Llevo cincuenta películas y muchos papeles dramáticos. Soy un actor y, como todos, dispongo de una amplia versatilidad. Me dieron un Goya, precisamente por un papel que no es de comedia, y muchos premios. Dicho lo cual es cierto que la televisión te da otra repercusión y de ahí que muchos se hayan quedado anclados en dos series.

—¿Qué proyectos tiene?

—Seguiremos hasta mayo con esta obra. Tengo tres series para estrenar, de las que no puedo hablar, y una película con Amenábar. Será una de las referencias del 2025... y tampoco es una comedia.