El COB no fue capaz de competir frente a la fortaleza física del Palencia (114-81)

La rebelión del Club Ourense Baloncesto se quedó en intentona en Palencia, donde le pasaron factura todos los esfuerzos acumulados desde que cayó lesionado Ben Krikke, uniéndose a las bajas de Samu Rodríguez e Ignacio Rosa, que reapareció en una derrota sin paliativos: 114-81.

Desde el principio se vio que al COB también le pesó el ritmo de tres encuentros en siete días, con dos desplazamientos incluidos. La salida de los hombres de Luis Guil —asistente de Scariolo y buen amigo de Moncho López— fue arrolladora. A la vez que maniataba con su defensa a un plantel ourensano sin argumentos, lo superaba de modo claro en energía, con el 12-3 inicial. Los triples abiertos y las situaciones de bloqueo directo desbordaban a los ourensanos, aunque Rafa Lisboa anotó tres para el 14-6, pero la sangría del primer cuarto la redondeó Wintering en el último minuto, engrosando la ventaja: 31-14.

Más de lo mismo en el segundo acto. Mendikote volvió a fajarse bajo aros, pero la superioridad física de los anfitriones era evidente. El francés Mballa arrolló en su rotación y, en general, el COB era demasiado endeble cuando Gill no estaba bajo tableros. Los visitantes limaban diferencias como podían, pero el arreón anterior al descanso dejó el duelo prácticamente sentenciado: 61-35. Por si fuera poco, Palencia acertaba en el lanzamiento, con 24 de 37 en tiros de campo antes del intermedio y también muy eficaces desde más allá de la línea, con un brillante 8 de 12.

Toda la segunda mitad fue prácticamente un trámite y Moncho López incluso repartió minutos, incluido el regreso de Rosa, intentando salvaguardar a sus hombres después del desgaste de las últimas semanas. Un triple de Kunkel a punto de concluir esos diez minutos rebasó la barrera de los treinta puntos y el 87-56 abrió un boquete que casi nunca se rebajó en el epílogo. Los triples de un acertado Moody y de Lisboa impidieron que la paliza fuera mayor, antes de enfocar hacia la visita del Betis de García de Vitoria al Pazo.