Los pequeños detalles

Un derbi siempre será un derbi, más cuando se trata de dos equipos gallegos. Ya sea en una esquinita del gallinero del Fontes do Sar en la que casi no te ven ni los que van contigo al partido, en un bar de la calle del Paseo o recuperándote de la siempre diferente Navidad inglesa con tus poco atractivas pantuflas, un Obradoiro - Club Ourense Baloncesto puede presumir de ser más que un partido.

Duelo de pizarras en los banquillos sobre un pabellón acostumbrado al caviar de la ACB, pero que ahora mismo sufre con el «menú del día» de la Primera Federación. Los mismos que hace unos meses pensaban en un añito en el infierno ven como la pesadilla puede alargarse, más por falta de experiencia en estos lodos que por calidad de unos jugadores que por momentos parecen perdidos en los «pequeños detalles».

Esos «pequeños detalles» fueron los que precisamente hicieron mejor al COB en Santiago. El trabajo coral bajo el liderazgo de Brito y Lisboa, el temple de Sergio Rodríguez y los buenos momentos de Unai Mendikote dieron alas a un equipo que sabe a lo que juega, algo fundamental en Primera FEB.

Hace unas semanas, justo cuando empezaba el mes de diciembre, comentaba en el podcast O noso Basket que el COB llegaba al primer Tourmalet de la temporada. Estudiante, Palencia, Zamora, Betis y ahora Obradoiro.

El paso por los Pirineos se ha saldado con tres victorias y dos derrotas, una con herida (Palencia) y la otra con la cabeza bien alta (Estudiantes). En esos momentos, en los de la máxima debilidad, el COB hizo bueno que «no es mejor guerrero el que siempre triunfa sino el que no teme volver a la batalla».

Por eso es importante volver e insistir. Podría ser volver a casa después de las vacaciones en tu nuevo hogar lejos de Galicia, volver a entrenar con la misma energía después del varapalo palentino o sencillamente retornar a un lugar que te ha hecho feliz.

En el caso del COB es una ACB que se resiste desde hace ya más de veinte años y que por historia, afición y tradición se merece mucho. Hay cuentas pendientes y toca saldarlas.