Culmina un año de trabajo para el entroido de Xinzo: trajes hasta de alquiler, decenas de máscaras y miles de vejigas
Ourense

Artesanos y vecinos despliegan fuerzas para asegurar la celebración más tradicional, que cuelga el cartel de completo en los hoteles
13 Feb 2025. Actualizado a las 13:00 h.
El entroido en Xinzo de Limia arrancó esta madrugada terminando la cuenta atrás del momento con el que sueñan los habitantes de la comarca durante el resto del año. La euforia se mezcla con los apuros para los que se dedican a que estén a punto todos los elementos de la celebración tradicional. Trajes, máscaras, complementos o servicios están en manos de vecinos comprometidos con una fiesta que sigue creciendo.
Bum por el traje tradicional entre los jóvenes, que ya se alquila
El ambiente los días anteriores al pistoletazo de salida del entroido en Xinzo fue tranquilo. Seguramente lo frenético estaba dentro de las casas, con las costureras apurando las últimas hiladas. La más joven y la que puede vestir de manera profesional a una pantalla de los pies a la cabeza es Mercedes Vieites, del taller Lumecú, en Vilar de Santos. Diseña su propia ropa y trabaja el traje tradicional durante todo el año. Hace camisas, cirolas o polainas. Pero la mitad de los meses estos complementos se transforman: «Dende outubro especificámonos en entroido, polainas, bordados, panos...». Situados en A Limia e identificados con la comarca —Mercedes también se viste de pantalla— están especializados en el traje de Xinzo aunque reciben encargos de otros entroidos de la provincia y los realizan a demanda.

La artesana asegura que los pedidos cada año van a más porque la gente sigue apostando por recuperar el traje tradicional o hacerlo de una manera más afín. «Cada vez hai máis xente nova que intenta coidar o vestiario e busca mellorar a estética», asegura. Eso incluye, por una parte, al propio traje de la pantalla. Al taller de Mercedes llega gente que quiere renovar alguno de sus complementos, como la capa, o tener varios para poder cambiar. Otros que les piden bordados en las chaquetillas o arreglos . Y muchos que se estrenan. «Hai moitos que saíron de nenos e agora queren facer o traxe co seu pai e a súa nai, son xente nova con ganas de facelo ben», cuenta. Por otra parte, aumenta la demanda de las prendas necesarias para vestirse en el domingo oleiro. «É un dos días que máis nos gusta e cando máis defendemos o que é o traxe tradicional. A xente vístese con gusto», defiende Mercedes. La oriunda de Vilar de Santos es una apasionada del entroido porque es el momento que le permite identificarse con su comarca: «Son épocas nas que te das conta de que pertences a un lugar». El creciente interés por llevar vestimenta típica de finales del siglo XIX o también de oficios tradicionales llevó a Mercedes a ofrecer la opción de alquiler. Lo hizo por primera vez el entroido del año anterior y tuvo especial demanda entre las mujeres, porque podían ir a probar faldas o los accesorios y alquilarlos solo para el propio día. Además, la artesana apuesta por la recuperación de tejidos, de manera que propone a los clientes buscar lino por su casa para hacerles una camisa que les dure toda la vida.
Decenas de encargos cerrados una semana después del entroido anterior
Aurora Dacal y Santiago Martínez apenas se toman unos días libres al año. Elaboran las máscaras de las pantallas artesanalmente, «como se fixo toda a vida», en el taller Arte Arrebol. Eso implica que lleva su tiempo, no menos de dos meses por careta. Aunque se ponen manos a la obra poco después de terminar el entroido, el trabajo les aprieta: «Sempre nos pilla o touro». Esta vez crearon unas cuarenta máscaras. Para este carnaval tenían la lista cerrada solo una semana después de la edición anterior. «Agora xa temos lista para o 2026», asegura Aurora.
A dos semanas de que las pantallas recorran Xinzo por primera vez, los artesanos están pintando los fondos de las máscaras, un proceso que empezaron en Nochebuena, y aún tienen pendiente hacer los dibujos. «Levas un montón de horas facendo a careta pero aínda queda o máis importante, que é o debuxo, o que se vai ver», explica la artesana. Compaginan los encargos con impartir talleres para enseñar cómo se hacen las máscaras. Una iniciativa que empezaron hace cuatro años, con dos tandas anuales de 60 horas que siempre se llenan. La gran carga de trabajo al menos es una buena noticia: el entroido tradicional no pierde sus fieles. «Aquí interese sempre hai, levámolo en vena», defiende Aurora. En Xinzo hay unas cinco personas que elaboran máscaras, además de algún vecino que lo hace solo para sus conocidos. No hay suficientes manos para tantas pantallas, por eso decidieron abrir el taller. «A xente non tiña onde conseguir máscaras e por iso se apuntan aos obradoiros, ademais así levan unha feita por eles», cuenta Aurora. Sirve al mismo tiempo para que valoren las horas y el trabajo paciente y minucioso que implica hacer una de las simbólicas caretas. La pareja de artesanos quería además poner su grano de arena a la conservación del oficio. Ellos empezaron con el taller porque Santiago aprendió de un vecino que murió hace años. «Grazas a el sabemos os pasos a seguir, cando non o transmites estas cousas pérdense por iso dimos este paso adiante. Despois hai outra xente atrevida que fai as cousas doutra maneira», relata. Chavales de 15 años, jóvenes, madres, padres o abuelos se apuntan al taller para renovar sus máscaras o hacerle las primeras a sus hijos y nietos. Terminaron el esfuerzo de meses para estrenar este febrero una joya artesanal que les durará toda la vida, como su pasión por el entroido.
Dos amigos comprometidos con equipar a las pantallas
Después de la pandemia, Juan Vázquez temía que las pantallas no pudieran hacer su característico ruido. «Ninguén vendía vexigas, non había onde conseguilas», recuerda. Él y César Pérez, amigos de toda la vida, visten el traje desde pequeños y ni se planteaban no hacerlo. Así que propusieron a su grupo hacer ellos mismos las vejigas. Al final, se apuntaron solo los dos al tradicional oficio. «O primeiro ano fixemos unhas poucas para nós e para coñecidos», cuentan. Pocas fueron unas 400. Al mismo tiempo, se lanzaron otros dos productores de Xinzo. Ahora ya son cinco, pero les cuesta dar abasto para toda la demanda que reciben. «Nós xa non aceptamos máis pedidos», apuntan.
Los dos amigos preparan las bolsas de vaca en una aldea de Trasmiras y para este entroido inflan el doble que cuando empezaron. Lo hacen en su tiempo libre, sacrificando los fines de semana. «De luns a venres traballamos os dous así o sábado e domingo estamos aquí mañá e tarde», explican. Recogieron las vejigas en el matadero el 12 de enero y desde entonces trabajaron cada día libre. Necesitan tiempo porque las fabrican de manera natural, sin calor industrial. Compran paquetes de 25 vejigas congeladas, de las que una parte siempre es desperdicio porque están pinchadas o mal cortadas. Primero toca descongelarlas y dejarlas en agua hirviendo, ya que la vejiga se infla más cuando está caliente. Después las curan, las secan y las vuelven a repasar dándoles aire. Las cierran con una brida y las retocan de nuevo. «Queremos que as que entreguemos, as que sexa, estean todas ben», defiende Juan. Las pantallas golpean con fuerza este complemento para que resuene por las calles de Xinzo. A algunos apenas les duran un día pero otros logran ser más delicados: «Hai xente que colle vinte e non lle chegan para unha festa e outros compran tres e chegan a casa con elas ata o ano seguinte». Los dos productores se alegran de que muchos de sus clientes del año pasado les trasladaron que las seguían teniendo intactas. Confiesan que no les hace especialmente «ilusión» el trabajo que llevan, pero sí los mueve su compromiso fiel con la celebración. «Daríanos pena que non houbera pantallas por non haber vexigas, sen isto non hai entroido», asumen. Cada año tienen más peticiones porque hay más pantallas, lo que no debe poner en riesgo la tradición: «Un traxe de luxo non vale de nade se non te comportas como pantalla, con elegancia e orgullo».
Los hoteles están completos desde hace semanas y arrasa el menú de cocido
Los tres alojamientos de Xinzo de Limia no se esperaban otra cosa que estar completos. Desde el Hotel 2 de mayo tienen la sensación de que cada año que pasa lo consiguen incluso antes. Hace semanas que este negocio tiene las 13 habitaciones ocupadas todos los sábados del mes de entroido. También pasa lo mismo algún viernes. Confirman que los visitantes se aseguran con antelación de tener donde dormir y de la misma manera, de donde cenar. Están llenos para las cenas de los sábados con una predilección clara: «Todos queren cocido!».
En el Hotel Xinzo, el que más habitaciones tiene, con 45, hace unos días que colgaron el cartel de completo. «Tivemos o mesmo interese que os anos anteriores, estamos cheos, coma sempre», aseguran. Destacan que la demanda está cada vez más repartida entre todos los fines de semana. Ya no solo reservan alojamiento para los días principales del entroido, sino que también hay interés por vivir el fareleiro, el oleiro o el corredoiro.
La misma opinión tienen en el Hotel Orly. Las 22 habitantes de este negocio están completas desde hace semanas en el caso de los sábados. Hay otros días esporádicos, como algún viernes, que todavía tienen camas libres. Cumplieron las expectativas que se vienen marcando cada entroido desde hace años. Donde todavía tienen sitio es en el servicio de restauración. Aunque ya hay numerosas reservas para las cenas de los días principales, aún tienen hueco porque cuentan con un comedor con muchas plazas. «Esperamos atender cada día al menos a unas cien personas en las cenas», aseguran. Lo que más triunfará sin duda es el menú de cocido: «Los visitantes vienen a vivir lo tradicional, igual que los grupos de amigos y familias de Xinzo». El abarrote de visitantes se deja notar en otras modalidades de alojamiento como las viviendas de uso turístico, con un solo apartamento disponible con tres habitaciones los dos últimos fin de semana de entroido.
Este domingo es el fareleiro, los felos ya pasearon por Maceda y Laza tuvo su primer folión
El petardazo abrió esta medianoche el entroido en Xinzo para un mes de celebración. Este domingo toca la primera de las concurridas citas de la fiesta, el domingo fareleiro. A las 16.30 horas el carro con la harina saldrá del Museo Galego do Entroido hasta la Praza Maior. A las 17.00 horas se repartirá y dará comienzo la farelada que teñirá de blanco de las calles de la villa.
Xinzo es el protagonista este domingo de la actividad del entroido pero la tradicional celebración ya empezó en otros puntos clave de la provincia. En Laza, uno de los concellos del triángulo mágico, el ruido del primer folión se hizo notar el viernes por la noche. Los chocos se escucharon por las calles de Cerdeiriña, A Picota, A Rúa, Souteiliño y Cimadevila. Habrá folión todos los viernes del mes.
En Maceda ya pasearon por el concello los primeros grupos de felos. Estuvieron en la capital y también empezarona recorrer algunas aldeas de la sierra. El inicio oficial del entroido lo marcó este sábado la procesión de los mecos y la «solta do burro» desde el Bar Cortés, acompañados del folión de Carquizoi.