¿Qué tendrá A Gudiña que no tiene Vilagarcía?
A Gudiña
Poblaciones de menor entidad que la capital arousana tendrán tres y cuatro frecuencias de tren diarias a Madrid
17 Jul 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Decididamente, los caminos que Renfe desbroza en su relación con Vilagarcía son inescrutables. Pocos días después de que el presidente del operador ferroviario confirmase al alcalde, Alberto Varela, que la ciudad contará con una segunda conexión directa con Madrid a partir de diciembre, la compañía pública anuncia un cambio fundamental en las comunicaciones de las Rías Baixas y el sur de Galicia con la capital: a partir del lunes, todos los trenes que circulen entre Vigo y Madrid tendrán como referencia la estación de Urzaiz, lo que supone que los convoyes pasarán a circular por el Eixo Atlántico y el baipás de Santiago, en lugar de hacerlo por la vetusta y deteriorada vía del Miño.
Nada que objetar a esta decisión, que responde a un cálculo difícilmente rebatible, por cuanto, además de dar servicio a una población mucho mayor, la alternativa del Eixo Atlántico aporta seguridad y una reducción los tiempos de viaje. Por otra parte, Renfe activará enlaces en Ourense para evitar que los pasajeros de Redondela y Guillarei se queden en tierra. Curiosamente, esas mismas razones no se aplican en el caso de la tercera ciudad de Pontevedra. Basta echar un vistazo a los nuevos horarios para comprobar que poblaciones con una población muy inferior a la de la capital arousana dispondrán de tres y cuatro frecuencias diarias hacia Madrid, mientras que Vilagarcía tendrá que aguardar a diciembre para conseguir su segunda conexión.
Por debajo de 1.500 habitantes
Cuando Renfe puso en marcha el nuevo tren de la mañana entre Vigo y Madrid, a principios de junio, lo hizo bajo la premisa de que la ciudad más poblada de Galicia necesitaba una comunicación ágil con la capital. De ahí que entre las escalas de ese viaje figurasen, además de Vigo y Madrid, únicamente Pontevedra, Ourense y Zamora. No era cuestión, por lo visto, de establecer paradas cada pocos kilómetros, lo que no deja de ser un argumento bien armado. Lo malo es que se cae por su propio peso al observar que, desde el lunes, la estación de A Gudiña dispondrá de cuatro frecuencias, al igual que Puebla de Sanabria, mientras que Medina del Campo tendrá tres, con sus correspondientes recorridos de ida y vuelta.
Habrá que ver cómo defiende Renfe la inclusión de estas tres plazas en la línea de Madrid, porque si Vilagarcía, con cerca de 38.000 habitantes y referencia para una comarca de cien mil, carece de la entidad suficiente para justificar una parada que requeriría cinco minutos de reloj, no parece que A Gudiña, con 1.300 pobladores, Puebla de Sanabria, que no llega a los 1.500, y Medina del Campo, que suma unos 20.500 vecinos, ofrezcan mejores prestaciones. Seguro que hay alguna buena razón.