Tres acusados, un abogado y la denunciante no acuden al juicio por una pelea en un bar y la magistrada se harta: «Esto es jauja»
Allariz
La abogada de la acusación particular alegó que su clienta, que tenía que declarar como testigo, se tenía que casar esa mañana en el mismo juzgado de Ourense
16 Oct 2024. Actualizado a las 05:00 h.
En la madrugada del 12 de febrero del 2023 tuvo lugar una trifulca en un bar de Allariz. Tras una discusión previa entre dos grupos de clientes que no había ido a mayores, se desató una pelea en la que participaron hasta cinco personas. Todas ellas debían este martes comparecer como acusadas en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense.
También tenía que hacerlo una de las perjudicadas, que se personó en el caso como acusación particular, pero no todos cumplieron. Esto sumado a la incomparecencia de uno de los abogados, que no había justificado esa ausencia, provocaron el enfado de la magistrada. «Falta un letrado, tres acusados y hasta la denunciante. Esto es jauja», se quejó la togada antes de anunciar a los que sí habían acudido que se veía obligada a suspender la vista.
Visiblemente molesta, la togada buscó una nueva fecha en una agenda saturada de citas para los próximos meses no solo por la entrada de casos nuevos, sino también por las muchas suspensiones que se están registrando en los últimos tiempos, consecuencia en gran parte de la huelga de letrados del turno de oficio, que pronto cumplirá un año. Así las cosas, no será hasta el 9 de junio del año 2025, dentro de ocho meses, cuando se lleve a cabo un nuevo intento para dirimir responsabilidades penales de un asunto en el que, a pesar de haber tantos acusados, se piden penas de multa y medidas de responsabilidad civil que no llegan ni a los mil euros.
La denunciante, de boda
Según puso sobre la mesa la letrada de la acusación particular, su cliente no acudió a la vista debido a que varias horas después del señalamiento, tenía cita para celebrar su boda en el mismo edificio judicial. Al parecer, hace unos meses presentó un escrito al juzgado para pedir un aplazamiento debido a este motivo, si bien le fue denegado. Se argumentó por parte de la sala que el juicio estaba señalado desde mucho antes que el enlace matrimonial y se puso sobre la mesa también que el margen de tiempo entre la vista y la boda era lo suficientemente amplio como para que la mujer pudiera declarar como testigo y luego casarse. Ella hizo caso omiso de la resolución y optó por plantar el juicio.