La Voz de Galicia

Del colegio al podio internacional

Castrelo de Miño

luis m. rodríguez ourense / la voz

Trescientos escolares ourensanos disputaron las llegadas de Castrelo de Miño y Luíntra

26 Aug 2016. Actualizado a las 05:00 h.

Los profesionales que cruzan la meta con los brazos en alto en La Vuelta se llevan una buena alegría, pero esta vez también fueron muchos los escolares que disfrutaron de una sensación inolvidable. Nada menos que trescientos niños en Castrelo de Miño y en Luíntra pudieron sentirse como sus ídolos, en una carrera que los llevó a la meta tras recorrer el último kilómetro de cada una de esas etapas.

Era el enunciado de la Vuelta Júnior Cofidis, en la cual la firma patrocinadora colabora con la Asociación de Ciclistas Profesionales, la Fundación Deporte Joven del Consejo Superior de Deportes y Unipublic, organizadora de La Vuelta, para desarrollar un proyecto pedagógico en el que resaltar valores como el esfuerzo la humildad y el respecto.

De hecho, aunque parte de la actividad en las metas de las dos etapas ourensanas, así como en Baiona, Lugo y otras ubicaciones del territorio nacional, incluía también el subir a los podios a los vencedores de cada tanda, el primordial objetivo no era otro que el llevar a la carrera al mayor número de escolares locales, para que pudieran disfrutar al máximo de un deporte con el que a buen seguro se ilusionarán.

Y es que La Vuelta Júnior también viene acompañada de otras iniciativas como el Campus de los Lagos de Covadonga, en el que participarán alumnos preseleccionados en las «aulas ciclistas» impartidas entre los meses de abril y junio.

El Pedalón Solidario Cofidis fue otro de los atractivos de la actual edición de La Vuelta, con un buen número de espectadores pedaleando en bicicletas estáticas instaladas en localidades por las que transcurre, con la finalidad de convertir cada kilómetro en dinero destinado a acciones sociales de Aldeas Infantiles SOS y de la Fundación Reina Sofía. En suma, un buen número de propuestas que surgen de la posibilidad de unir el mundo del ciclismo profesional con el de nuestros pequeños, más ilusionados que nunca.

Así sucedió ayer en Nogueira de Ramuín, donde subieron al podio ante familiares y amigos a la conclusión de la carrera y, más tarde, junto al actual rey de la montaña de la ronda, el francés Alexandre Geniez, ya ante los focos de la prensa internacional que los captaron orgullosos con sus respectivos trofeos. Alguno volverá, seguro.


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