El incendio de Oímbra arrasó la capilla de Santa Ana, de la que solo quedan las paredes
Castrelo do Val
Los ocho fuegos forestales suman cerca de 4.000 hectáreas y ya están estabilizados o controlados
03 Mar 2023. Actualizado a las 19:04 h.
Hace menos de un mes, el 26 de julio, los vecinos de Oímbra subían la empinada cuesta hacia la ermita de Santa Ana, un templo que cada año, en el día de la fiesta de la madre de la Virgen, vuelve a abrir sus puerta para acoger a los devotos tanto de este municipio como de otros puntos de la comarca. Este domingo presenciaban impotentes como esa pequeña capilla quedaba reducida prácticamente a escombros, tras el paso del incendio que se declaró en el núcleo de As Chás. «Según me comentan los bomberos, es posible que una chispa o incluso una piña de algún pino que saliese despedida del fuego prendiese en el tejado y desde ahí se extendiese al interior», comentaba el párroco de Oímbra, Omar Bello, que esta mañana caminaba sobre los escombros que cubren el interior de la iglesia ermita y lograba recuperar las dos coronas que lucían las imágenes de santa Ana y de la Virgen niña, que la talla lleva en brazos.
Para muchos vecinos, sin embargo, el fuego de la capilla fue tan intencionado como el del monte, sobre cuyo origen se ha extendido el rumor de que se encontró una botella de cristal con trapos dentro; algo que no se confirma oficialmente. De momento, este incendio forestal ha calcinado 70 hectáreas y se encuentra estabilizado. De la ermita, cuyo origen se supone en la época altomedieval, quedan las paredes de piedra con la ventana saetera en el ábside y, por tanto, se han salvado algunos de los relieves que la convertían en un templo singular, como los grabados del sol y la luna que la tradición clásica greco latina vincula con Helios y Artemisa, y la celta con el hombre y la mujer; y las torres de un castillo que se vincula con el de Monterrei. La alcaldesa de Oímbra, Ana María Villarino Pardo, lamentaba en sus redes sociales el daño sufrido por este elemento patrimonial, aunque avanzaba que será reconstruido.
El de Oímbra no es el único incendio cuya situación ha mejorado en este arranque de la tercera semana de agosto. El de Laza, que se unió con el de Queixa, y abrasó unas 2.100 hectáreas también está estabilizado. Desde Medio Rural destacan que está prácticamente perimetrado y que evoluciona favorablemente. El mismo camino sigue el de Riós que arrancó el domingo a mediodía en Fumaces y ya ha calcinado 103 hectáreas
Ya está controlado, siguiente nivel técnico antes de la extinción definitiva, el de se originó en la parroquia de Campobecerros, en el municipio de Castrelo do Val. Las llamas se iniciaron en varios focos, por lo que todo apunta a que fue intencionado, este domingo por la noche. El fuego ha quemado 175 hectáreas y en los trabajos de extinción se han empleado, hasta el momento, once brigadas, trece motobombas, tres palas, dos aviones y un helicóptero.
Ya están extinguidos los incendios de San Cosmede de Cusanca, en O Irixo, que arrasó con 680 hectáreas; el de Casaio, en Carballeda de Valdeorras, que alcanzó las 440; el de Astureses, en Boborás, de 120 hectáreas; y el de Pentes, en A Gudiña, que quemó 90.