La Voz de Galicia

El mítico Ford Sierra cumple 40 años

Celanova

Por Alejandro Mínguez

José Emilio Rodríguez Sanmiguel conserva en Celanova un mk1 matriculado en 1984 con solo 25.000 kilómetros, que compró un vecino de la zona emigrado en Francia y circulaba únicamente los veranos.

19 Feb 2022. Actualizado a las 05:00 h.

El mítico Ford Sierra está de aniversario, cumple ya 40 años en el 2022, alcanzando una interesante madurez. Se fabricó entre 1982 y 1994 en Bélgica, Alemania y el Reino Unido, en Europa, y también en los Estados Unidos, Venezuela y Sudáfrica. Un coche con sello del viejo continente que fue denominado Probe III mientras no salió al mercado. Tenía aires futuristas, con líneas curvas y una mecánica de alta gama con tracción trasera. Hubo tres generaciones y numerosas motorizaciones que arrancaban en el modelo de 1.300 centímetros cúbicos hasta un exclusivo de 2.8 litros que llegó solo a pequeños mercados. A la amplia gama de motorizaciones se sumaban unas generosas opciones de acabados y extras, que llamaban la atención en la época.

 

Sustituyó al Ford Taunus (y luego sería reemplazado por el Ford Mondeo) en un momento ochentero en el que las berlinas deportivas tenían un gran éxito. Se situaba en un segmento superior al Ford Escort y por debajo del Ford Scorpio del fabricante americano. El deportivo estrella de alta gama del modelo, denominado Sierra Cosworth, es una leyenda por los seguidores que tiene y por las marcas que consiguió en las pistas de competición, aunque el XR4i, con su característico doble alerón trasero, también tuvo una gran aceptación por una estética muy atrevida y una motorización V6 de 150 caballos que deseaban muchos conductores.

 

HASTA UNA «PICK UP»

Salieron carrocerías de 3, 4 y 5 puertas, versiones familiares e incluso una curiosa pick up. También una versión 4x4 con branquias en el capó y lavafaros delanteros. Los comienzos no fueron buenos, pero las ventas se fueron animando con el tiempo. En 1983, el Audi 100 se hizo con el triunfo como Coche del Año y el Ford Sierra consiguió una dignísima segunda posición, incluso había sonado como favorito antes de la votación. La diferencia de votos entre ambos fue escasa por parte del jurado internacional y el Sierra fue haciéndose un hueco entre los coches a respetar. Hace unos meses, la firma británica CNC Motorsport AWS anunció la fabricación de tres unidades del RS500 con un motor de 575 caballos.

 

En Celanova, Ourense, José Emilio Rodríguez Sanmiguel conserva un Sierra mk1 de dos litros con 110 caballos que solo ha tenido un dueño anterior y marca poco más de 25.000 kilómetros recorridos. Un coche importado de Alemania, que estuvo muchos años en estado original en un garaje «a buena temperatura y con suelo de plaqueta», lo que facilitó su conservación y buen estado actual. Lo ha personalizado ahora con llantas OZ multirradios de 17 pulgadas, asientos Recaro, volante deportivo y adhesivos exteriores Ford Performance. Recuerda que el primer propietario estaba emigrado en Francia. Llamó por teléfono al concesionario en Celanova para encargar el coche, que quería únicamente para utilizar durante los veranos que pasaba en Galicia. Era algo muy habitual en la época, cuando muchos coches permanecían encerrados durante once meses en los garajes gallegos a la espera de la llegada de sus dueños, que solo los utilizaban en vacaciones. Esto ahora cada vez sucede menos, por la pérdida de peso de la emigración. Pagó algo más de un millón y medio de pesetas en su día (9.000 euros) y hace unos años, a su regreso definitivo a Galicia, decidió cambiarlo por un coche más moderno, un Ford B Max. El Ford Sierra solo salió a las carreteras durante las vacaciones de verano y tuvo una conservación óptima, pese a lo cual se hacía ya incómodo para su propietario. Fue cuando José Emilio decidió quedárselo para que siguiera teniendo una vida útil. El coche nunca tuvo un accidente, no tiene óxido, conserva todos los remaches originales y aún se observa la cera amarilla en las bisagras que se pone en fábrica. En los últimos años ha rodado muy poco, por lo que el cuentakilómetros supera escasamente los 25.000 de cuando lo rescató. Su primer propietario está satisfecho de ver cómo ha quedado tras las mejoras y reconoce que hubiese acabado en el desguace de no ser por José Emilio. Tiene que pasarle la ITV para homologar los amortiguadores, pero del resto el coche «va perfecto». En la actualidad comparte espacio expositivo con otras unidades Ford que su actual propietario ha ido recuperando.

 

José Emilio Rodríguez lleva toda la vida entre motores. Su padre regentó el establecimiento mecánico que hoy llevan tres de los hijos del fundador. Esta unidad, matriculada en 1984 con placas OR-6617-G, pertenece a la primera serie que tuvo el Ford Sierra. Se ven muy pocos y menos en las condiciones en que está este. Es un coche único, recuerda su propietario actual, que reconoce que le costaría deshacerse de él, aunque matiza que «todo tiene un precio».

 

El coche nunca tuvo un accidente, no tiene óxido y conserva todos los remaches originales


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