La mayoría de los ourensanos prefieren el horario escolar intensivo

A punto de terminar el curso escolar 2017-2018, para muchos padres la conciliación sigue siendo la asignatura pendiente y cada vez son más los que piden a las administraciones una racionalización de los horarios.

Llevar y recoger a los menores del centro de estudios o encargarse de ellos por las tardes puede suponer un calvario por incompatibilidades laborales de los progenitores. Incluso en ocasiones, el colegio en el que los padres matriculan a sus hijos o los profesores escogen para trabajar depende del horario que tenga implementado.

Reciente es el caso del colegio Ben-Cho-Shey, ubicado en el municipio de Pereiro de Aguiar, cuya ANPA llevaba años pidiendo la jornada intensiva para que un número importante de los niños no tuvieran que estar dos horas -desde las ocho y media hasta las diez y media de la mañana- en el Aula Concilia que el Concello puso en marcha. Se hizo, precisamente, para que los progenitores pudieran dejar allí a sus hijos antes de irse a trabajar en aquellos casos en los que el empleo imposibilitaba acercarlos al colegio a media mañana. Sin embargo, esto hace que los menores lleguen a tener jornadas de nueve o diez horas, contando las actividades extraescolares.

Finalmente, la Xunta accedió a adelantar una hora el comienzo y el final de las clases, con lo que los alumnos entrarán y saldrán antes el próximo curso. Una medida que se podrá llevar a cabo gracias a un aumento en la frecuencia de los autobuses de transporte escolar, en una acción conjunta entre la Consellería de Infraestruturas y la de Educación.

Según muestra el barómetro elaborado por Sondaxe para La Voz de Galicia, los ourensanos entienden que el horario escolar continuo facilita en mayor medida la conciliación entre las obligaciones laborales y la vida familiar. El 48,8 % del total de los encuestados se decantaron por esta opción en sus respuestas al planteárseles la pregunta «¿Qué horario escolar considera más adecuado para la conciliación?». Sin embargo, la jornada de mañana y tarde solo fue escogida por el 24,6 % de las personas que participaron en la consulta. Casi el mismo porcentaje de adultos que dijeron no tener una opinión al respecto -el 23,4 %-.

Atendiendo al tipo de ocupación que desempeñan los encuestados, el barómetro muestra que la elección varía bastante si se trata de autónomos o de asalariados. En el caso de los que trabajan por cuenta propia la mayoría contestaron que consideran más adecuado -el 81,9 % de los encuestados-. Sin embargo, entre los que trabajan por cuenta ajena la opción del horario continuo es respaldada por el 50 % frente al 35 % de padres que prefiere la jornada partida.

Si la lectura de los datos obtenidos se lleva a cabo en función de las franjas de edad de la muestra, son las personas entre 45 y 64 años las que entienden que un horario escolar sin partición favorece la conciliación -algo más del 60 % se decantan por esta opción-. Mientras que entre los más jóvenes, los que se sitúan entre los 18 y los 29 años, las preferencias están más igualadas: el 45,4 % respondió que es más sencillo compatibilizar horarios con la jornada intensiva frente al 35,9 % que se decantó por las clases de mañana y tarde. Entre la población de 65 años o más que participó en la consulta destaca el hecho de que el 45,4 % dicen no tener una opinión al respecto o no saber cuál de los dos horarios sirve para conciliar mejor.

El género de los encuestados también influye en el resultado del barómetro. De los datos se desprende que son las mujeres las que más se inclinan por el horario escolar continuo como mejor método para conciliar -un 52,7 % de las preguntadas frente a un 17 % que escogió el horario escolar partido y un 26 % respondió no tener opinión al respecto-.

En cuanto a los hombres de la provincia la diferencia es de apenas once puntos cuando tienen que escoger entre la jornada intensiva o la partida. Con algo más del 44 % la primera opción es la más respaldada como mejor horario para compaginar la actividad laboral con la vida familiar, frente al 33,1 % que prefiere el horario partido.

En los núcleos con menos de cinco mil habitantes solo el 12,9 % prefiere la jornada partida

El barómetro, realizado el pasado mes de abril, también deja ver que según el lugar de residencia -atendiendo al número de habitantes del núcleo poblacional- las diferencias de preferencia entre las personas que participaron en la consulta son ínfimas salvo en una excepción. En los lugares con menos de cinco mil habitantes el 12,9 % de los preguntados escogieron el horario partido como más adecuado para compatibilizar trabajo y familia. La jornada intensiva cuenta con el respaldo del 51,2 % de los que viven en esos mismo entornos. Y en porcentajes similares, aunque algo más bajos, se pronunciaron el resto de vecinos de la provincia marcando la jornada intensiva como mejor opción para la organización.

Es en el horario partido donde más diferencias existen, siendo los municipios más pequeños los más detractores de este tipo de jornada: en los núcleos de entre cinco mil y diez mil habitantes no llega ni al 30 % de preferencia.