La Voz de Galicia

20.000 metros de amor en Ourense

Ourense ciudad

María Doallo María Doallo Ourense
Guillermo frente a la fachada más conocida del Pazo de BentracesGuillermo frente a la fachada más conocida del Pazo de Bentraces

El Pazo de Bentraces es escenario cada fin de semana de enlaces de parejas llegadas de todas partes

13 Aug 2021. Actualizado a las 08:25 h.

Los hermanos Mar, Blanca y Guillermo Vázquez Peñamaría se casaron en el Pazo de Bentraces. Esa construcción del siglo XV, hoy completamente rehabilitada, que sus padres compraron en ruinas a mediados de los ochenta. La idea del matrimonio formado por Ángeles Peñamaría y Guillermo Vázquez era dar una segunda oportunidad al pazo y convertirlo a su vez en una casa preciosa para formar una familia. La cosa fue evolucionando poco a poco. Primero surgió la idea de convertir una parte de la edificación en algo así como un hotel con encanto, como una casa rural. El resultado son seis habitaciones de cuento, con paredes de piedra y solo vistas de color verde y azul a través de la ventana —el del jardín y el del cielo—.

Aunque ahora mismo esta actividad está frenada por el covid, el de Bentraces, situado en pleno corazón de la aldea de Barbadás, mantiene en auge otra. Quizá la más importante. La que pusieron en marcha los hermanos Guillermo y Mar en el 2012: convertir el terreno en escenario del amor. Concretamente cuentan con 20.000 metros cuadrados en los que casi cada fin de semana se casan parejas. Cada una con su propia historia y su propio sueño para ese día, el que auguran como el más especial de sus vidas. En el Pazo de Bentraces está todo pensado. Desde el banquete, del que se encargan el restaurante ourensano Sanmiguel o la chef viguesa Nuria Cervera y su equipo; hasta las flores y la decoración, de la mano de Brioenflor. «La idea surgió a raíz de ir a un montón de bodas. Me di cuenta de que en Ourense no teníamos un espacio como a mí me gustaría para celebrarlas y aposté por crearlo aquí», dice Guillermo, que admite que él mismo se encarga de cuidar los jardines, de un verde intenso salpicado de flores de colores. Incluidas las enredaderas que rodean los muros del pazo y que demuestran que dentro de él hay mucha vida latiendo. Ofrecen el paquete completo, del amor se encargan los novios: «Nosotros ponemos el marco para una boda preciosa y mucho cariño en todo lo que hacemos, eso sí». Ya tienen reservas para el año que viene. A Bentraces es casi imposible no decirle sí, quiero.

 


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