La Voz de Galicia

Nores refuerza con dos nuevos buques su presencia en el Atlántico Norte

Pontevedra

Marcos Gago marín

Ambos barcos se dedicarán, inicialmente, a la captura del fletán en aguas internacionales Los arrastreros tienen una capacidad de congelación de 24 toneladas diarias

14 Feb 2004. Actualizado a las 06:00 h.

?l armador marinense Manuel Nores González ha reforzado su presencia en los caladeros internacionales con la incorporación, en fechas recientes, de dos nuevos y modernos arrastreros gemelos, el Villa de Marín y el Villa Nores, que tendrán como destino inicial las aguas profundas del Atlántico Norte (NAFO). Estos pesqueros se emplearán en la captura en aguas de más de 800 metros de profundidad del fletán negro, una de las especialidades del puerto de Marín. La capacidad de congelación de cada uno de estos barcos es de 24 toneladas diarias, con lo que se optimizan las capturas y se cumplen los estrictos estándares de calidad, impuestas por las normativas sanitarias española y europea. Ambos buques fueron construidos por Astilleros M. Cíes, con una inversión de aproximadamente diez millones de euros. Los dos nuevos congeladores, con cincuenta metros de eslora y un arqueo bruto de 825 GT, han sido diseñados para afrontar con éxito las duras condiciones de la pesca en el Atlántico Norte. Tienen una potencia de 1.400 CV, lo que les permite desarrollar una velocidad media de diez nudos. Estas características también facilitarán su traslado a otros caladeros lejanos, si en el futuro la empresa necesitase desplazarlos a otros mares. Cada una de estas unidades pesqueras tiene una tripulación de 22 hombres. Cabe destacar, en este sentido, que los barcos de Manuel Nores fueron de los primeros en Marín en contar con una tripulación internacional. Integración Esta casa armadora ha afrontado con éxito la integración de inmigrantes, debidamente legalizados, y así ha conseguido paliar el grave problema que, en la actualidad, supone para la flota de los puertos de las Rías Baixas la alarmante falta de vocaciones entre las generaciones jóvenes de gallegos para ejercer puestos como marineros. Nores considera, además, que los recortes de caladeros, la visión «miope» de Bruselas, y la reducción de ayudas comunitarias, no deben frenar la iniciativa de los armadores locales. En su opinión, la Administración sí debería de tomar una postura más decidida en defensa del sector pesquero gallego. «Las Administraciones poco aprecian el esfuerzo que realizamos en crear y mantener empleo -manifestó- en ocasiones a costa de créditos bancarios». Asimismo, lamentó la escasa implicación del Estado en la lucha contra la pesca ilegal.


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