«Podíamos tener otras alternativas y solucionar cosas, pero ahora vendrán con la papeleta»

«Nada de nada, nadie nos ha dicho nada de nada», comentan Jorge, Luis y Clara cuándo se les pregunta si alguien les ha aclarado su futuro más inmediato. Este silencio oficial, esta evidente falta de tacto administrativo con personas a las que se obliga a cambiar de vida, tiene importantes efectos económicos. «Podíamos tener ya otras alternativas y solucionar estas cosas, pero ahora vendrán con la papeleta.. Lo mínimo hubiese sido ponerse en contacto con nosotros». Y es que resulta muy difícil asumir una hipoteca de una nueva casa cercana, que puede costar más de 360.000 euros (unos 60 millones de pesetas), sin saber siquiera lo que se va a cobrar por la propia, máxime cuando a día de hoy no hay «ninguna tasación oficial». En cualquier caso, los vecinos ya preparan su ase-soramiento para cuando llegue el momento. «Que no se crean que van a solucionar con 20 millones de pesetas», comentan. Algunas de sus casas tienen 200 metros de planta y otras 170. «Hay quien tiene 400 metros construidos y estamos a un paso de la zona urbana: de hecho, todo esto ya va a cambiar próximamente a urbana», explican. Les anima el hecho de que una casa de Ponte Sampaio, tasada inicialmente en 54.000 euros, saliese luego mejor valorada, tras presentarse una reclamación. Pero, mientras todo esto se concreta, la intranquilidad y el desgaste son inevitables. Y es que a nadie le gusta vivir cuatro años sin saber qué va a pasar con su casa.