La Voz de Galicia

Expropiación con paradiña en Curro

Pontevedra

A. Castroverde

Los vecinos frenaron el levantamiento de actas de la PO-531 por inexactitudes en los planos y exigieron técnicos sobre el terreno al no estar estaquilladas las fincas a ocupar

24 Mar 2009. Actualizado a las 02:00 h.

Dicen que para un gallego la expropiación es poco menos que un penalti lanzado contra décadas de afán por mantener la propiedad. Si, al apego por lo propio, se añaden inexactitudes en los papeles oficiales sobre las fincas afectadas, el cóctel para el conflicto está servido. Y todos estos factores se dieron ayer en el acto de levantamiento de actas previas a la ocupación para el nudo pequeño de Curro en la PO-531. Así, que cuando la Administración Autonómica lanzó su penalti expropiatorio, los vecinos se opusieron rotundamente y la Xunta tuvo que hacer una paradiña para tratar de aclarar las cosas con técnicos a pie de carretera. Fueron cuatro horas de tensión e incertidumbre.

Poco antes de las 10 de la mañana ya estaban junto al Concello de Barro los vecinos afectados y el personal encargado de llevar a cabo las expropiaciones. El grupo disconforme con aspectos de las obras del nudo pequeño -también llamado de la Iglesia- se quedó en la entrada, comentando los pormenores del acto con sus abogados, mientras dos o tres propietarios tramitaban sus actas. Al subir, todo fueron amabilidades.

-Señores, pueden sentarse, no tienen que estar de pie ahí en la puerta, les comentó uno de los integrantes de la mesa.

La cosa empezaba bien. Pero, poco a poco, la tensión fue subiendo al ver que los papeles oficiales no coincidían con los terrenos y las casas. Los murmullos iniciales se convirtieron ya en indignación cuando algunos vecinos comprobaron que les llevaban partes de las viviendas que se creían que no estaban afectadas.

-Señores, guarden silencio, por favor, y siéntense que todos van a ser llamados, trataron de apaciguar desde la mesa.

En esos momentos la tensión era ya patente y, poco antes de las 11 de la mañana, estalló del todo: Manuel Corredoira, presidente de la plataforma de afectados, se enfrentó verbalmente quienes tramitaban la expropiación y les anunció que no seguirían adelante sin que se estaquillasen los terrenos para ver exactamente qué parcelas se llevaban por delante las obras. «As cousas non se fan deste xeito», protestó. Desde la mesa, alguien replicó que había un técnico en Curro desde las 9 de la mañana para estaquillar. También se dijo que no se había hecho previamente porque las marcas no durarían nada en las fincas.

Corredoira añadió que los vecinos querían dejar patente en las actas su disconformidad con el proyecto.

-Yo no he venido aquí a convencerle. Está usted en su derecho, se le dijo desde la mesa.

Del salón a la finca

Pero estas explicaciones no fueron aceptadas, los planos no cuadraban y los vecinos dijeron basta. Así que, poco antes de las 11, salieron casi todos del salón de sesiones de regreso a sus casas de Curro para perfilar sobre el terreno la exactitud que no brindaban los planos. Estábamos ante un penalti expropiatorio con paradiña para ajustar el lanzamiento de la Xunta. El resto de la mañana sería ya un continuo va y viene de Curro al concello y del concello a Curro. Técnicos de carreteras aparecieron en la localidad -funcionaron los móviles- para tratar de aclarar por dónde iba la línea expropiatoria. Además, había algún problema para fijar los lindes entre las fincas.

Tras muchos paseos arriba y abajo, los vecinos retornaron al Concello de Barro y firmaron las actas, pero lo que se preveía que terminase a las 13 horas remató a las 14,30. Los afectados no estaban contentos. En Curro son ya veteranos de guerra en esto de las expropiaciones pues no en vano pasó por allí la AP-9 y el enlace de la vía de O Salnés. «Outras veces había estaquillas», se quejaba uno de los veteranos. Y la presencia de técnico sobre el terrenos parece que no lo aclaró todo ni mucho menos.

«Foi para saír do día», comentó Corredoira al hacer balance. El presidente de la plataforma echó de menos la presencia de un responsable de la Xunta con criterio para tomar decisiones. «Poden dicir unha cousa de palabra, pero se non hai alguén que tome a responsabilidade, logo poden manter que non hai nada do falado». El portavoz de la plataforma indicó asimismo que no se había hablado de indemnizaciones. En cualquier caso, los afectados dejaron constancia de su disconformidad, así como de la falta de estaquillas, con vistas a poder iniciar una batalla legal en defensa de propiedades.

También dicen de que hay una vía de servicio innecesaria que afecta a dos negocios y otra vía de salida que puede perjudicar a un tercer inmueble. El asunto, si nuevo gobierno del PP no rectifica a tiempo, puede terminar en los tribunales. «Queremos dialogar canto antes co delegado en Pontevedra que nomeen ou co conselleiro», indicó Corredoira.


Comentar