Ricardo Mirón asegura que están trabajando duro para llegar a un pacto con las cajas

La feria del Turismo Ferpalia propició la primera aparición pública del presidente de la Cámara de Comercio, Ricardo Mirón, desde que Casas Novas se vio obligada a recurrir a una suspensión de pagos. Aunque señaló que no era el mejor momento para hablar de esa situación, recalcó que está «trabajando muy duro y negociando con entidades bancarias y proveedores para intentar salir de esta situación. Estoy completamente dedicado a salvar la empresa».

De momento, Ricardo Mirón indicó que solo está presentada la fase pre concursal, aunque la suspensión de pagos se prevé que sea inminente. «No se ha presentado la concursal y aún así se va a seguir trabajando igual. Es necesario para salir de ese momento transitorio. Estamos buscando la financiación y trabajamos para que pueda ser la semana que viene y no la siguiente»», explicó en el interior de Ferpalia.

Silencio

Junto a Ricardo Mirón estaba la plana mayor de la política local, pero tuvo especial importancia la presencia del alcalde de la ciudad, Miguel Anxo Fernández Lores. Hace una semana se conocía que el Concello es uno de los principales deudores de la constructora pontevedresa con cerca de un millón de euros por obras en la ciudad, mientras el concejal de Hacienda hablaba solo de contabilidad creativa. Mirón sentenció que «no quiero entrar en esa polémica». «Casas Novas tendrá sus razones -aseguró- y el Concello las suyas. En su momento nos sentaremos y hablaremos, a lo mejor ni una tiene toda la razón ni la otra tampoco. No quiere decir que nos podamos sentar a negociar».

Ajenos al resto

Ambos, alcalde y presidente cameral, aseguraron que es una negociación que solo incumbe a ellos. «Estamos negociando con ellos como lo hacemos con otros y no tengo nada en contra del Ayuntamiento ni quiero entrar en polémicas. Para Casas Novas siempre fue bueno porque trabajó mucho para la Administración local con sus más y sus menos», explicó. Antes de acabar el recorrido, descartó la posibilidad de que la presidencia de la Cámara pudiese estar en peligro.