Al alcance del acústico
Pontevedra
21 Oct 2010. Actualizado a las 02:00 h.
Todavía no han entrado en la treintena y están en lo más alto del indie patrio. Pero aún así les va el riesgo. En su último disco, el cuarto en su cuenta particular, los Lori Meyers hablan de Cuando el destino nos alcance proponiendo para ese futuro más próximo letras más personales y un sonido más bailable, que algunos ven un salto al electro pop y otros «un salto mortal sin red».
Pero mientras los fans debaten con todo su fervor en Internet su apoyo o no a los cambios musicales, a su nueva escala en la Sala Karma los granadinos vuelven en formato acústico. Eso sí, aseguran a La Voz, «con la esencia de Lori Meyers», dedicada a un público entre el que se sienten muy cómodos y queridos.
De ellos se dice que cuando comenzaron en 1998, con 16 años, su música estaba próxima a sus vecinos Los Planetas, para después ir evolucionando hacia un revival sesentero. Ahora incluso toman referencias de los ochenta. En Mondosonoro explicaron el porqué de su giro musical. «Teníamos -aseguran- dos opciones: hacer un disco correcto y hermético a imagen y semejanza de lo que nos ha funcionado hasta el momento y asegurarnos un éxito relativo, o intentar avanzar artísticamente como proyecto musical y avanzar un paso más, llámalo riesgo, pero firmar canciones que en el futuro por lo menos nos den la satisfacción de haber abierto un horizonte propio y personal en nuestras canciones».
El álbum fue grabado en Estados Unidos y para la producción contaron con Sebastian Krys, que ha ganado premios Grammy y trabajado con artistas como Shakira, Los Rabanes o Volovan. En cuanto a las letras, dicen que ya tienen «una edad» y que las canciones «pedían abordar otros temas», como ocurre con la crítica a la televisión (Religión) o los males del consumismo. Pero se ve que no les gusta que les hablen de saltar las fronteras de la escena indie. «El grupo que hace lo que quiere -subrayaron en la página web Laguiago.com- ya es independiente de por sí, y las fronteras se las inventa la gente carca con prejuicios que no ve más allá de su nariz». «Si la pregunta -añaden- es que si queremos que más gente escuche nuestra música, sí». Y ya se sabe que lo importante es que hablen de uno, sea bien o mal.