Ferpalia brinda por el turismo con vino

1La 19 Feria del Turismo Ferpalia abrió ayer sus puertas en el Recinto Feiral de A Xunqueira dedicada al enoturismo, y la decoración ya transporta a los asistentes al mundo vitivinícola, a través de mucha madera y racimos de uvas. Además, numerosas bodegas ofrecen sus productos, y también están presentes diversos restaurantes y hoteles rústicos y enológicos, como Quinta de San Amaro, en Meaño; o el Novavila, en Meis; además de las bodegas Don Olegario y Lagar de Besada, enmarcados todos en la Ruta do Viño Rías Baixas, que también cuenta con un puesto propio. Su presidente, José Ramón Meiriño, participará hoy en una mesa redonda sobre las rutas del vino verde portugués, y uno de sus técnicos, Ramón Burdeos, intervino ayer mismo en una charla coloquio sobre rutas del vino, dentro de las jornadas técnicas programadas.

A la inauguración asistieron el presidente de la Cámara, Francisco Moldes; el presidente de la Diputación, Rafael Louzán; el alcalde, Miguel Anxo Fernández; y la directora xeral de Comercio de la Xunta, Nava Castro. Todos destacaron la importancia de este evento, que el próximo año celebrará sus veinte años. Castro subrayó que «estamos ofertando una cara de Galicia muy atractiva que además de atraer a posibles inversores, también posibilita que podamos vender fuera». Destacó el papel de la bolsa de contratación Colcotur, donde turoperadores y empresarios del sector turístico se reúnen para tratar de seguir ampliando sus negocios. El salón no es ajeno a la grave crisis económica, como dejó claro Francisco Moldes que, dijo, habían practicado «una economía espartana», recortando el presupuesto en todo lo que pudieron. Aún así, afirmó que se trata de una feria que «se consolidó como la cita turística más importante de Galicia, sobre todo por el negocio que genera» y apostó por repetir este año con un balance final próximo a los 38-39 millones de euros, «el 60 % de todo el negocio turístico de Galicia».

El alcalde Lores también incidió en las posibilidades de la provincia tanto en el turismo de sol y playa, como en el enoturismo, que a través de los vinos, la cultura, la naturaleza y la gastronomía, cuenta cada vez con más adeptos. Louzán subrayó que se trata de una opción distinta y desestacionalizadora, que fomenta «as Rías Baixas como un referente e destino do turismo enolóxico a nivel nacional e internacional».