La Voz de Galicia

De vuelta a la isla de Giglio, pero esta vez en furgoneta

Pontevedra

maría conde pontevedra / la voz

El náufrago del «Costa Concordia» agradecerá a los habitantes su ayuda

02 Mar 2012. Actualizado a las 07:00 h.

Regresa a Giglio «porque necesito volver, rebobinar todo e poñer as ideas claras». Casi dos meses después de haberse salvado del naufragio del Costa Concordia frente la citada isla italiana, el empresario portonovés Carlos Carballa, Carramón, pone de nuevo hoy rumbo al lugar donde todavía está encallado el crucero. Esta vez viajará solo en furgoneta hasta Italia, y lo hace con varios propósitos.

De un lado, agradecer a los habitantes de la pequeña isla toda la colaboración que prestaron durante el rescate de los náufragos aquella fatídica noche del 13 de enero: «Todo o mundo quedou moi agradecido co trato das persoas que pasaron a noite con nós; abriron hoteis, a farmacia distribuiu un montón de cousas... Foi algo exquisito». Él y otro superviviente gallego han elaborado un escrito que pretenden entregar a las autoridades, y que suscribirán también mañana otros náufragos españoles con los que se reunirán en Madrid y con los que se han unido en una plataforma de afectados, que agrupa a ochenta de los 177 españoles que iban en el buque. «Algúns deles xa me dixeron, que envidia poder voltar, e queren facelo tamén, pero máis adiante», señala.

Otra de sus metas es conseguir un chaleco salvavidas. El que se puso aquella noche no pudo pasar por el control del aeropuerto a su regreso a España. «É algo sentimental -dice Carramón- e que necesito». Como también guarda la ropa que llevaba ese día, y el Ipad y la cámara que se le estropearon cuando saltó de un bote salvavidas y nadó hasta alcanzar una roca.

Fotografías

Y, por supuesto, Carballa quiere volver a hacer fotos. Las instantáneas que realizó la noche del hundimiento dieron la vuelta al mundo. E incluso a través de una de las imágenes que colgó en su perfil en Facebook una allegada de una pareja estadounidense que no se salvó le preguntó si sabía qué les había ocurrido.

«A verdade é que aínda que se viron moito e foron as primeiras que se distribuíron, teño poucas fotos -apunta-. Agora vou facer moitas máis fotografías, levo dous cámaras con moitas tarxetas para retratar todos os sitios donde estivemos e á xente do pobo da que me acordo das súas caras, que nos estivo a axudar e traer comida».

Carramón anunció desde el suceso que volverá a embarcarse en un crucero «porque foi maravilloso ata que ocurriu esto». Y no esperará más de la primavera. Ni el nuevo incidente del Costa Allegra le echa atrás. «É máis perigosa a viaxe que vou facer agora en furgoneta; sempre dixen que é máis perigoso ir de Portonovo a Pontevedra en coche que ir en cruceiro polo Mediterráneo. Pero tamén dixen cando sucedeu que algo como o do Costa Concordia non ía suceder nunca e me teño que tragar as miñas palabras. É mala sorte, pero ocurre».


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