Solicitan siete años para un internauta de Portonovo pillado por la policía de Brasil
Pontevedra
El joven reconoció haberse descargado pornografía infantil durante, aproximadamente, cinco meses
06 Apr 2012. Actualizado a las 14:30 h.
El próximo jueves, el fiscal tiene previsto solicitar siete años de prisión para un internauta de Portonovo, F.V.G., acusado de almacenar y distribuir pornografía infantil tras ser desenmascarado por la policía brasileña.
Fue a finales del 2007 cuando la Brigada de Información Tecnológica de la Policía Nacional fue informada por sus homólogos sudamericanos de que desde un servidor español se habían difundido unos archivos que «contenían pornografía infantil explícita y especialmente dura». En marzo del 2008, un juzgado madrileño ordenó al prestador de servicios de Internet que identificase al titular de la citada conexión.
De este modo, se comprobó que se trataba de un céntrico domicilio de Portonovo. Meses después, se firmó la orden que permitió a los investigadores entrar y registrar la vivienda.
Los agentes, según consta en el escrito del fiscal, verificaron que el ahora acusado tenía instalado en su ordenador un popular programa para intercambiar archivos. En el momento de la intervención, «se encontraba descargando y compartiendo varios archivos con contenido pedófilo y, además, tenía ya descargados otros ficheros» de similar temática.
Los agentes se incautaron del disco duro. Su análisis posterior permitió «determinar que, desde hacía ya largo tiempo, el imputado, con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, venía intercambiando habitualmente» este tipo de archivos. El por entonces responsable de la lucha contra el cibercrimen, el fiscal Luis Uriarte, reseña que fueron localizados 1.881 fotografías y 77 vídeos de pornografía infantil.
El ministerio público, a la petición de siete años de prisión, suma la inhabilitación para cualquier empleo o cargo que «pueda facilitar la relación con menores de edad».
Según trascendió, en sus declaraciones judiciales y policiales, este vecino de Portonovo reconoció que se había descargado tales contenidos durante, aproximadamente, cinco meses. No obstante, en su descargo, manifestó que no era consciente de que, además de bajarlos, estaba también compartiendo los citados ficheros de imagen y vídeo.
Añadió, asimismo, que tiene conocimientos limitados de informática y que empezó descargando pornografía convencional para, «luego por curiosidad», visionar contenidos pedófilos.