La subasta de puestos del mercado de abastos anticipa su reforma

El Concello de Pontevedra acaba de convocar una subasta de puestos vacantes en el mercado de abastos de la calle Sierra. Se trata de la primera ocasión, desde que culminó la reforma integral del edificio en el 2003, en que se sacan a concurso las casetas y bancadas que están desocupadas, que suponen en estos momentos cerca de un tercio del total.

Actualmente, la plaza de abastos de Pontevedra cuenta con 98 casetas de diversas especialidades, 199 bancadas de productos pesqueros, 64 de frutas y hortalizas y seis puestos de flores. En total, 367 puntos de venta, de los que nada menos que 108 se incluyen en la subasta. Es decir, casi un tercio del total.

En la planta baja están disponibles, y son los que se ponen en venta en régimen de concesión, siete casetas, un puesto para venta de flores, 39 bancadas de pescado fresco y tres de pescado congelado. Y en la planta superior, 27 casetas y 41 bancadas de fruta.

Los puestos salen a la venta en régimen de concesión por 25 años, a precios que oscilan entre los 1.936 y los 9.680 euros. A mayores de ese precio por el conjunto de la concesión, los adjudicatarios han de abonar la correspondiente tasa mensual, que oscila entre los 15,47 y los 58,89 euros.

La concejala de Promoción Económica, Carlota Román (PSOE), no oculta que esta subasta viene a ser algo así como una última oportunidad para el mercado: si pasados los treinta días que prevén las bases sigue habiendo una mayoría de puestos libres, el Concello «estará na obriga de buscar alternativas para sacar o máximo partido dun edificio emblemático e destinado a exercer de motor económico do centro histórico».

La idea es revitalizar el mercado, de manera que atraiga a más clientes, y ahí entra el terreno de la imaginación. Román señala que propuestas como abrir por la tarde fracasaron en el pasado, por lo que ahora no se contempla. Sí hay otras alternativas, especialmente vinculadas a nuevos usos en la planta superior, la que tiene más puestos vacantes. Un restaurante, una tienda de productos gourmet, un supermercado, un espacio para exposiciones o actividades culturales... Las opciones son diversas y desde el Concello se prefiere no anticipar nada.

El objetivo ahora mismo es sacar adelante la subasta y comprobar si hay demanda para revitalizar el mercado como tal. Y si no es así, se acometerá una reforma que pasaría por trasladar a la planta baja los puestos con actividad en la superior, y acometer nuevos planes para la misma.