El Leis cita a las jugadoras apartadas para concederles las bajas pero no las recogen

En el día de ayer, tras muchos meses de acusaciones cruzadas, que han llegado incluso a la vía judicial, se escribía el comienzo del que puede ser el último capítulo deportivo del asunto. A falta de que la Justicia resuelva la parte que no concierne a la competición, con trasfondo de abusos sexistas, el club, por medio de su presidente, José Antonio Nieto, puso encima de la mesa la carta de libertad y por tanto la baja federativa de las siete jugadoras implicadas en este tenso enfrentamiento y que dejaban en vía muerta el posible concurso en competición oficial de todas ellas, a pesar de que no han sido convocadas y ni trabajan con el resto del equipo desde comienzos del pasado mes de noviembre.

A las cinco de la tarde de ayer estaban citadas en la sede del club para recoger la baja federativa provisional, que fue presentada por Internet, a pesar de que, como confirma la propia Federación Gallega de Fútbol, al tratarse de una liga nacional es imprescindible obtener el documento físico y con el correspondiente sello del ente federativo para que tenga validez.

El caso es que a la cita acudió al menos una jugadora (de las que no presentaron denuncia contra el presidente en su día) y dos padres de otras dos integrantes, todavía, del vestuario pontevedrés. Uno de los progenitores permaneció apenas unos segundos en las oficinas del club y finalmente las bajas no fueron recogidas.

La conversación -que fue grabada por los directivos del Leis- recoge las divergencias existentes entre ambas posturas y saca a colación el manido tema de la devolución de los equipajes que exige la entidad. Las jugadoras todavía siguen de alta como parte del Leis.