La Voz de Galicia

«Ojalá pronto se requiera un certificado de haber sido formado para ser progenitor separado»

Pontevedra

López penide pontevedra /la voz Catedrática de Psicología Jurídica del Menor
Francisca Fariña, en su despacho de la Facultad de Ciencias da Educación e do Deporte.

La especialista valora el aumento de niños escolarizados por vía judicial ante disputas entre divorciados

14 Dec 2015. Actualizado a las 05:00 h.

Lo adelantó La Voz en un reportaje ayer domingo: aumentan en Pontevedra las escolarizaciones judiciales de hijos de padres separados antes las desavenencias entre estos a la hora de determinar a qué colegio enviar a los niños tras el divorcio. Francisca Fariña, catedrática en Psicología Básica y Psicología Jurídica del Menor en la Facultad de Ciencias da Educación e do Deporte de Pontevedra, ofrece la opinión de la experta. La Fiscalía ya ha advertido de que la dimensión del problema «no es intrascendente».

-En este tipo de situaciones, me imagino que el que más sufre es el menor, ¿no?

-No conozco el caso, pero cuando unos progenitores no son capaces de cumplir con las obligaciones inherentes a su rol parental, como puede ser acordar que centro escolar puede ser el que más se ajusta a las necesidades de sus hijos, y tienen que recurrir a la Justicia para que sea esta quien decida, sin duda los hijos de esos progenitores están viviendo un calvario. Pero no solo están privando a sus hijos de la felicidad y del bienestar, sino que también los están dañando, física y psicológicamente. La exposición al estrés tóxico les provoca daños irreparables a corto, medio y largo plazo. Muchos profesionales de la Pediatría y de la Salud Mental están terriblemente preocupados. También los del ámbito de la Justicia, así, en el IX Foro Estatal de Justicia e Infancia, que se celebró la semana pasada (10 y 11) en Madrid, se ha hablado de este tema por la importancia del mismo. Se plantea ya como una cuestión de Salud Pública y de Derechos Humanos.

-¿Los padres no lo ven?

-Lo cierto es que la mayoría son incapaces de verlo por si solos. Su invidencia puede ser por diferentes causas (resentimiento, odio, espíritu de venganza, torpeza, desconocimiento, egocentrismo...). Por ello es importante sacarles la venda, en ocasiones se trata de ceguera y se requiere cirugía.

-¿Tiene que actuar entonces la Justicia?

-Estas cuestiones nunca deberían formar parte de aquellos casos de los que se debe ocupar un juez, desgraciadamente lo tiene que hacer, así como de otras similares. Afortunadamente, no son muchos los casos que judicializan hasta este punto la vida de sus hijos, se estima que un 10??%, pero estos ocupan sobre un 90 % del tiempo de trabajo de los juzgados. Por lo tanto esta manera de proceder es altamente negativa para los hijos pero también directamente para la sociedad. Volviendo a la pregunta, cuando un juez se encuentra delante de una demanda obviamente tiene que resolver el caso, si se dispone de tiempo, en mi opinión, se debería intentar llevar a cabo una mediación familiar. Aunque no es garante de un acuerdo, especialmente cuando el nivel de enfrentamiento es elevado y la relación de coparentalidad inexistente, puede dejar alguna semilla, a través de la información proporcionada por las personas mediadoras, para el buen hacer futuro de los progenitores. No obstante, para estos casos, si se quiere evitar o minimizar el maltrato a los hijos, lo que estas familias necesitan es una coordinación de parentalidad. Es decir, unos profesionales que no solo realicen labor de mediación y en ocasiones de arbitraje, sino también que efectúen trabajo psicosocioeducativo con los progenitores. En Galicia, en los últimos años, se ha producido un gran avance en la mediación familiar intrajudicial, mismo en la provincia de Pontevedra se pasó, en muy poco tiempo, de no estarse prestando este servicio a que 7 juzgados cuenten con él. No obstante, todavía es más importante que la mediación familiar intrajudicial es la prevención. Es por ello que en algunos estados la demanda de separación/divorcio debe ir acompañada con un certificado de haber recibido formación para ser progenitor separado. Ojalá pronto también en España se requiera algo semejante, sin duda esto evitaría muchísimo dolor a muchas personas, menores y mayores de edad. Mientras tanto, y para quienes la prevención no funciones, se debería contar con servicios de coordinación de parentalidad.

Francisca fariña Catedrática de Psicología Jurídica del Menor


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