Las playas aptas para ir con mascotas, un bien escaso en las Rías Baixas

En cuatro de cada diez hogares españoles vive al menos una mascota. Mayoritariamente, perros. Algunos estudios apuntan a que el número de mascotas en España podría superar los veinte millones, de los que cerca de seis serían perros. La provincia de Pontevedra no es una excepción, y los negocios relacionados con el mundo de las mascotas en general y canino en particular aumentan por doquier.

Sin embargo, los propietarios de perros se encuentran con un notable hándicap a la hora de planificar sus vacaciones o simplemente sus escapadas a la playa: la escasez de arenales que permiten la presencia de perros.

En la provincia de Pontevedra, pese a haber algo más de 270 playas casi se pueden contar con los dedos de una mano los arenales a los que pueden acudir los propietarios con sus mascotas.

O Grove (con dos playas en San Vicente do Mar: O Espiño y O Portiño), Vigo (A Calzoa y Area da Foz), Cangas (Cunchiña), Redondela (Cesantes y Chapela) y Vilagarcía (O Castelete), son los únicos municipios que muestran sensibilidad con las mascotas a la hora de aceptarlas en alguno de sus arenales.

¿Porqué apenas media docena de playas de un listado de más de 270? ¿Por qué existe un veto tan masivo? La realidad es que la limitación puede estar directamente relacionado con la buena calidad de las playas. Con 52 banderas azules este año, la provincia de Pontevedra es la segunda de España con más distintivos otorgados por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), solo por detrás de Alicante. Y una de las normas para la concesión de la bandera azul es que no puede haber perros en las playas.

Desde ADEAC se sostiene que resulta «incompatible» la bandera azul con la presencia de perros en la playa, y se asegura que hasta la Organización Mundial de la Salud la que desaconseja la presencia de perros en la playa.

En su Guía de interpretación de los criterios para bandera azul, la asociación señala que «incluso los perros mejor adiestrados pueden orinar, realizar defecaciones en la arena y transportar parásitos u hongos en sus patas. Es preciso insistir que, en temporada de baños, aún en horarios en que la playa se encuentre ya vacía, los paseos con perros contaminan la arena, del mismo modo que en las horas más concurridas».

Colectivos animalistas como Libera llevan años demandando un cambio en esos criterios de concesión de banderas azules, ya que sostienen que condicionan a los Concellos a la hora de autorizar las playas caninas. «La presencia de animales domésticos en las playas de algunos municipios de la provincia es una reivindicación pendiente de hacerse realidad, y el retraso en la creación de arenales o zonas específicas responde a los criterios caducos que emplean las entidades promotoras del distintivo bandera azul», indican desde el colectivo.

La realidad es que por el momento los concellos de la provincia de Pontevedra se siguen plegando al veto mayoritario a los perros, lo cual no está exento de críticas. En Marín llegó a haber manifestaciones demandando alguna playa canina, pero fue en vano. El Concello optó por cerrar totalmente los arenales a los perros entre junio y septiembre.

Y como Marín, la mayor parte de los gobiernos locales de la provincia de Pontevedra.

O Grove es la gran excepción y fue elegido «mejor destino para viajar con perros»

El Concello de O Grove es la gran excepción tanto en las Rías Baixas como en la comunidad autónoma. De hecho, fue el primer municipio de Galicia en reservar playas para el disfrute de las mascotas, y uno de los primeros en crear un parque de agility público. El municipio lleva años labrándose un nombre como paraíso turístico también para las mascotas y cada vez son más los hoteles y restaurantes que admiten animales de compañía.

Este esfuerzo tuvo su recompensa a finales del año pasado, cuando el portal especializado Travelguau eligió a O Grove como «el mejor destino para viajar con perros». Después de una votación popular por los usuarios del portal online, un jurado se encargó de coronar a O Grove como el mejor destino por ser «pionero en la creación de playas caninas y que actualmente cuenta con dos, como son O Espiño y O Portiño, que cada año reciben más y más visitantes, convirtiéndose en un referente a nivel nacional para este tipo de público».

El ránking que elabora Travelguau busca «reconocer la labor de empresas, entes públicos y particulares que luchan por hacer nuestro mundo un poco más amigable con nuestras mascotas, además de incentivar la relación con ellas desde el respeto y la convivencia con el entorno, propiciando nuevos espacios de desarrollo que satisfagan las necesidades de las personas con acompañantes animales desde un punto de vista sostenible».

José antonio barral moldes, promotor de «mas_playas_mascotas_»

«El número de playas que admiten perros es absolutamente ridículo»

S.B.

En poco más de un mes de vida, la página de Instagram @masplayas_mascotas_masparques tiene más de dos mil seguidores. Para su creador, el pontevedrés Jose Antonio Barral Moldes, es un síntoma de la demanda existente de espacios específicos para perros. No solo playas, sino también parques.

-¿Cómo surgió la reivindicación?

-Una mañana de mayo fui con nuestro perro, Brook, hasta la playa fluvial del Lérez, en Pontevedra. Era temprano, hacía frio y no habría gente. Al ver la reacción del perro al pisar la arena húmeda, escarbando, jugando con un palo metiéndose en el agua y corriendo como loco de alegría, decidí que lo llevaría a todas las playas que se pudiese ir con él.

-Y se puso a buscar playas para perros.

-Mi sorpresa al buscar información en Internet fue que de las más de 270 playas que hay en a provincia de Pontevedra, apenas hay media docena a las que se puede ir con perros. Me pareció una cifra ridícula. Decidí hacer algo, y así nació @masplayas_mascotas_masparques.

-¿Ha ido a alguna de esas playas autorizadas para perros?

-Decidí investigar un poco más a fondo el tema y visitar esas playas. La primera fue en A Toxa, prohibida este año, que es un pedregal que hay al entrar en la isla y que existe solo con la marea baja. La siguiente fue la de San Vicente do Mar, O Espiño, pegada al puerto de Pedras Negras. Un arenal de poco más de 100 metros pero que se puede aprovechar si no hay demasiada concurrencia. Allí pasé mis primeras horas en una playa canina.

-¿Acudió a otras playas?

-Dediqué un día a recorrer la orilla izquierda de la ría de Vigo y conocimos la de Cesantes, en Redondela, frente a la isla de San Simón, bien señalizada, pero con el acceso un poco complicado. Un tramo de playa que no llega ni a los 100 metros, algo sucia y descuidada, poco apetecible para el baño y que en su zona más ancha podría llegar a los 6 metros con pleamar. También es «canina» la playa de Chapela, pero me parece ridículo que siquiera se atrevan a señalarla como playa, un pequeñísimo arenal solo si hay marea baja, ni 25 metros de largo siendo generoso.

-¿Ninguna en positivo?

-En Vigo, el Areal de Foz, que según me indican hubo que pelearlo mucho. A pesar de que hacía mal día disfruté con esa hora y pico que pasé en esa playa con Brook, paseando por la playa y viendo disfrutar a un montón de perros de distintos tamaños y mezclas de razas y mestizos. Conté más de 20 diferentes, y encontré varias familias que venían expresamente desde Ourense para disfrutar con sus mascotas de un día de playa.

-De todas formas, su reivindicación no se limita a las playas.

-Está claro en el nombre del perfil, lo que pretendo es hacer llegar a cuantos más seguidores sea posible y a través de los medios que haga falta la clara necesidad de espacios de esparcimiento para nuestras mascotas y sus dueños, mas playas, mas parques, mas hoteles y albergues. El año que viene es Xacobeo y estoy seguro que de existir una red de albergues con acceso a mascotas vendrían por miles. Hay gente que no viaja por no poder llevar a sus peludos con ellos. Una mascota pasa a ser mucho más que eso, se convierten en nuestros mejores compañeros, en inseparables amigos y en auténticos miembros de la familia.