Y ahora, ¿dónde entrego los tapones?
Pontevedra
La pandemia frenó la recogida, pero aún hay puntos donde donarlos
25 Feb 2021. Actualizado a las 11:41 h.
El covid ha trastocado también la recogida de tapones. Los pontevedreses se habían acostumbrado a guardar los tapas de las botellas para entregarlos a distintas asociaciones que con su venta para reciclaje contribuían a pagar tratamientos o terapias a niños con necesidades espaciales. Este pequeño gesto se había convertido en algo cotidiano hasta que la pandemia, otra vez, puso en jaque esta labor. Y ahora, ¿qué hacemos con los tapones?, ¿dónde los podemos entregar?, ¿se siguen recogiendo? Las incógnitas son infinitas y las respuestas son escasas.
La Fundación Amigos de Galicia, que hasta ahora atendía cerca de 300 puntos de recogida en toda la comunidad, se limita a acudir solo a los que puedan reunir más de 500 kilos de tapones. La otra posibilidad es que de forma individual se acuda a depositarlos a su sede de Vilagarcía. Desde la asociación piden tranquilidad y esperan reactivar el servicio de recogida cuando la crisis sanitaria se supere. «Para reducir el contacto con la gente ya no vamos a lugares pequeños, cuando se normalice la situación y se vuelvan a habilitar nuevos puntos lo retomaremos, mientras pedimos que los guarden», señalan desde la fundación, que pese a ello mantienen activas las campañas para subvencionar la operación de una niña de Ourense, la compra de unos audífonos para un menor en O Salnés y para que Álex pueda retomar de la mano de Amencer el tratamiento intensivo de Therasuit que tiene un coste de más de 700 euros y que Amigos de Galicia financia íntegramente. Es por todo esto por lo que vale la pena guardar los tapones, aunque su recogida se haya reducido. «En Amencer teníamos unos contenedores de cartón, pero en el confinamiento tuvimos que dejarlo, ahora les decimos que los lleven a Vilagarcía», explica Mónica Touriño, que reconoce que el covid se ha llevado por delante esta parte de la solidaridad. Tanto ella como la Fundación animan a la gente a que los guarde en casa para poder entregarlos cuando todo esto pase.
Pese al parón, Amigos de Galicia ha enviado recientemente dos camiones de tapones a la planta de A Cañiza donde reciclan el plástico. Provenían de un centro de Mondariz, donde estaban acumulados. Por cada tonelada que se entrega reciben 2,20 euros, cincuenta céntimos menos que hace un año. También esto va a menos. La Taponeta, que hasta el confinamiento recorría los municipios de la provincia de la mano de Enrique Magdalena también se ha parado. Un accidente con el coche y la pandemia obligaron a parar la iniciativa. «Mantengo el espíritu, pero ya no recojo», explica este periodista, que hasta ahora los acumulaba en una nave en Curro para que Amigos de Galicia los recogiese.
Taporelmun sigue activo
Los puntos de recogida se han esfumado. Solo Taporelmun mantiene su ritmo de actividad. Nacieron en Vigo hace unos años y han ido extendiéndose por toda la provincia. En la ciudad tienen activos puntos de recogida a los que acuden cada quince días en la Uned, el Bar La Estrella, MixiDía de la avenida de Lugo, el centro Leste y la peluquería Rocío Vidal, además del colegio Los Sauces y Sarta, en Poio. La pandemia no ha frenado su logística, pero sí reconocen que se recicla menos. «Solo paramos durante el confinamiento, pero se nota que la gente tiene algo de miedo», explica su presidente, José Manuel Barcia, que acaba de enviar a A Cañiza dos camiones de diez toneladas cada uno y cuenta con siete voluntarios para separar los plásticos: «Vale todo lo que sea plástico, siempre que dentro del triángulo indicador no aparezca el 1, 3 o el 6». También en las oficinas de Nacex de la provincia se recogen tapones para enviar a Barcelona a las asociación Asden.
Aunque muchos puntos de recogida de la ciudad se los ha llevado el covid, la solidaridad sigue mostrando su fortaleza en forma de tapón.