Disfraces con premio para homenajear a papá, el alma de Novás que no pudo disfrutar del carnaval que preparó
Pontevedra
La tienda de Benito Corbal regala complementos por cada compra durante estas semanas de fiestas
13 Feb 2023. Actualizado a las 16:43 h.
Poco antes de acabar el año, Caramelos Novás perdía a Joaquín Novás, el alma de un negocio que creció apoyado en las chucherías y en los disfraces, su verdadera pasión. El carnaval siempre fue su época favorita. Desde muy pronto empezaba con la fiesta. Un día se ponía un gorro de pirata, otro se vestía de policía...Ni la edad podía acabar con su espíritu carnavalero. Y este año, pese al adiós de su fundador a finales de noviembre, sus hijas quieren que sea el entroido de papá. Todos los disfraces de su tienda de Benito Corbal vienen con premio. «Por cada disfraz infantil que se llevan, mandamos a los críos a una mesa para que cojan un regalito», explica Lola Novás, que asegura que esa promoción también la hay para los adultos. Nunca lo habían hecho. «Este año era obligatorio homenajear a papá, a él le encataba esta fiesta. Se disfrazaba y nos enseñó a amar el carnaval», comenta Lola.
Tanto es así, que los disfraces que se venden esta temporada son el último pedido de Joaquín Novás. Porque aunque tenía 85 años nunca se retiró. Él y su mujer Dolores seguían yendo cada día a la tienda que atiende Yoli y Lola Novás, las hijas que siguen al frente de lo que un día fue un imperio de chucherías, con hasta cinco tiendas distribuidas por la comarca y un almacén que servía caramelos en el rural. Su hija todavía recuerda la habitual pregunta diaria de su padre: «¿Cómo va la caja?». Este año toca poner buena cara a la tristeza que las acompaña desde que Joaquín se fue. Es el primer año que no estarán disfrazadas en la tienda, pero no faltarán a su cita habitual con el carnaval en una cena de grupo que tendrán este sábado en el Alameda 10. «No íbamos a celebrarlo, pero mi madre dijo que de eso nada, que nos disfrazásemos. Era lo que más le podía gustar a papá» dice su hija Lola, que está esperanzada en unas fiestas que la gente a vuelto a coger con ilusión.
Echando un vistazo en la tienda los disfraces se agolpan. La variedad es infinita y las tendencias siempre las mismas. Lo único que cambia este año es que vuelve a haber ganas de disfrazarse. «Papá estaría orgulloso de ver que se está trabajando este año. A estas alturas ya estaría disfrazado animando la calle y las tiendas del entorno, cogería un sombrero mexicano o cualquier complemento. No falló nunca desde que se permitió el carnaval», reconoce Lola Novás, que ya lleva casi un mes con la decoración de Entroido en la única tienda que queda en la ciudad. Ahora sus hijas mantienen vivo el espíritu que hizo de Caramelos Novás un referente en la ciudad.