La pareja de campistas que emprendió en Bueu una semana antes de la pandemia
Pontevedra
Víctor y Silvia están hoy contentos con su empresa de alquiler de caravanas y vacacional, aunque los comienzos no pudieron ser peores
25 Mar 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Vieron una oportunidad para emprender y lo hicieron. Pero su empresa de alquiler de autocaravanas se topó de bruces con el confinamiento por la pandemia del covid. Durante varios meses no se pudo salir de casa y después hubo restricciones de movilidad, un obstáculo demasiado grande para un negocio de esas características. Pero más de tres años después, el vértigo y los malos momentos parecen haber quedado atrás. El 2022 fue un buen año y este 2023 pinta mucho mejor. Quien lo cuenta es Víctor Parada que, con su mujer, Silvia Otero, pusieron en marcha en Bueu D’ruta voy el 7 de marzo del 2020.
«El arranque fue muy malo y había muchas facturas que pagar. Empezamos una semana antes del confinamiento y si comenzar algo nuevo siempre da vértigo, imagínate con lo que pasó», relata Víctor. Él trabajaba por cuenta ajena en una empresa de gestión de proyectos informáticos, mientras que su mujer lo hacía como dependienta en una tienda pero no a jornada completa. Les gustaba el tema de las autocaravanas, eran campistas y evolucionaron con una caravana de las que se enganchan en el coche.
«Siempre nos había gustado esa forma de viajar y de pasar las vacaciones y estábamos viendo una para comprar. En ese momento yo cambié de empresa, aunque sigo vinculado a proyectos informáticos, y decidimos lanzarnos». Así nacía D’ruta voy, que tiene una oficina comercial en Bueu y la logística en la parroquia de Cela. Tuvieron que pedir un crédito ICO y arrancaron con una autocaravana. Hoy tienen dos —una Citroën 165 cv del 2022 y una Fiat 140 cv del 2020— y ya piensan en ampliar la flota.
La empresa de alquiler de autocaravanas funciona todo el año. Cerró el 2022 con 63 clientes. En temporada baja y media el alquiler mínimo es por tres días, y en temporada alta, por un mínimo de siete. Víctor es de esas personas que tiene don de gentes y su experiencia en el campo de la informática le sirvió de mucho en esta aventura empresarial. Dice que le gusta el trato con los clientes y que para él es importante la atención antes, durante y después de la estancia. «Es algo que valoran y que dejan en las reseñas. Además de información, les ofrecemos soluciones ante cualquier problema», explica. Entre sus clientes, tiene gente de la zona que alquila la autocaravana para viajar sobre todo por el norte de España y Portugal, y personas de fuera que vienen de vacaciones a Galicia. Muchas proceden de Canarias y Baleares y también de Madrid.
«Nos encargamos de la entrega y recogida del vehículo, damos una pequeña formación antes sobre cómo funciona la autocaravana, con unos vídeos explicativos. La entregamos en el aeropuerto si vienen en avión y les hago guías de viajes», desvela el propietario. Dice Víctor que de su experiencia con D’ruta voy le llama la atención cómo engancha esta alternativa a personas a las que, de entrada, no les gustaba. «A veces un miembro de la pareja no va muy convencido y al final se enamora de una forma de viajar que es distinta, ni mejor ni peor». Tras los difíciles comienzos, Víctor confiaba en que el negocio iba a funcionar, pero reconoce que no pensaba que lo hiciera «a este nivel».
Comodidad, limpieza y las facilidades de entrega y recogida, junto al trato personal de Víctor, aparecen en casi todas las opiniones que dejan en la web. El precio del alquiler en temporada baja (de octubre a abril) es de 100 euros por día; 130 en temporada media (puentes, mayo, junio y septiembre); y 165 en temporada alta (Semana Santa, julio y agosto), con descuentos por alquileres de más de siete jornadas.
Vivienda vacacional
D’ruta voy, que se promociona con un cartel en un lugar estratégico como es la playa de Portomaior, se complementa con el alquiler vacacional. «Tenemos las dos vertientes, con un chalé rural en la parroquia de Cela que se alquila entero y que tiene 2.000 metros de terreno, piscina y asador». Funcionó en Navidades, incluso con clientes que venían a ver las luces de Vigo, y ya está completo para Semana Santa desde hace tiempo, y con bastantes reservas para agosto.
La pareja destaca que sus clientes vienen a O Morrazo en busca de cierta tranquilidad, menos calor y buena gastronomía. «Tuvimos gente que antes veraneaba en la zona de O Salnés, Sanxenxo y O Grove que ahora viene porque no está tan masificado, y gente del sur de España porque ahora hace mejor tiempo».
Un chalé rural y un apartamento cerca de la playa de Lapamán
La otra pata de D’ruta voy es D’turismo en Bueu, que también gestionan Víctor Parada y Silvia Otero, con personal contratado para la limpieza. El chalé rural Toñita, ubicado en el lugar de Castiñáns, en la parroquia de Cela, es de su propiedad. Tiene capacidad para 8-12 personas y es de esos rincones que llaman al descanso. No está permitido hacer fiestas ni eventos durante la estancia, ni fumar dentro de la casa.
Se alquila durante todo el año. «Hay demanda de alquiler vacacional. En temporada baja sobre todo los fines de semana. Hace una semana tuvimos a un grupo de Madrid que vinieron a disfrutar y a comer centolla», pone Víctor como ejemplo. Muchos están descubriendo los atractivos de O Morrazo.
Además del chalé rural, también tienen en alquiler un apartamento a unos doscientos metros de la playa de Lapamán. Se llama Dona Olga y es de los padres de Silvia. Tiene capacidad para 4-7 personas. «Cada año se van mejorando zonas para dejarlo todo reformado», apunta Víctor. El apartamento tiene terraza con vistas al mar y aparcamiento privado cubierto.