Noelia González Rigo: «Somos moi pouquiñas mulleres no vento-metal, pero existimos nestes instrumentos»

Noelia González Rigo, caldense de 29 años, atiende por teléfono desde Madrid en un alto en los ensayos con la Orquesta Nacional de España. Ella no pertenece a esta agrupación musical, pero será la primera mujer que toque la tuba en la orquesta este domingo, 5 de noviembre, en un concierto que tendrá lugar en el Auditorio Nacional de Música. «Estou feliz e é un orgullo representar ao colectivo de mulleres no mundo do vento-metal. Somos moi pouquiñas, pero aquí estamos as mulleres, que existimos nestes instrumentos», subraya.

Cuenta Noelia que esta oportunidad que desde luego no podía desaprovechar le llegó porque le ofrecieron una colaboración puntual. Fue el titular de la plaza de tuba en la Orquesta Nacional de España, con quien había dado clases, quien se lo comentó. «El está movéndose por aí e díxome se me apetecía vir», explica. Noelia no se lo pensó. Ella reside en Badajoz, donde compagina su trabajo en la Orquesta de Extremadura —con una bolsa de trabajo para tuba— con la docencia en escuelas de música.

¿Cómo llegó ella a la música? Confiesa que no viene de una familia de intérpretes, aunque a su abuelo Manuel le gustaba mucho la música y siempre la apoyó. Recuerda que de pequeño él quería estudiar trompeta, pero entonces eran otros tiempos y había que trabajar. El abuelo Manuel no pudo, pero Noelia sí. Tras pasar por la Escuela Municipal de Música y la Banda de Música de Caldas, cursó la carrera musical en la especialidad de tuba. Aunque inicialmente probó con el bombardino, «o primo irmá da tuba», llegó a ella gracias a una profesora, Mila. «Na banda parece que a tuba ten unha función moi harmónica de levar o tempo, pero é un instrumento moi versátil e moi descoñecido. Para min é moi bonito», señala.

En su caso, acabó la carrera musical de tuba en el 2020 y después hizo un máster en Dirección y Gestión Cultural para ampliar las posibilidades laborales. Sabe que hoy en día es muy complicado coger una plaza en este instrumento, más allá de bolsas de trabajo. De los dos repertorios que interpretará el domingo, conocía alguno, pero no lo había tocado, lo que supone para ella un reto y una exigencia que afronta con ciertos nervios. Ella es de las que creen que da igual la experiencia que se tenga, siempre hay nervios sanos. Defiende el papel de las mujeres en los instrumentos de viento-metal, ya que la mayor capacidad pulmonar de los hombres se suple de otra manera: «Oxalá o feito de estar aquí esta semana poida ser motivo para que outras rapazas se animen a probar este instrumento. Aínda que sexamos poucas somos igual de válidas».