El acusado del crimen de Mondariz confiesa haber asesinado de más de ochenta puñaladas al huésped de un hostal
Pontevedra
El acusado, Miguel Ángel Gallego, que se enfrenta a 17 años de cárcel, se acogió en la Audiencia de Pontevedra a su derecho a no declarar
13 Nov 2023. Actualizado a las 16:49 h.
Ni cinco minutos duró esta mañana la declaración de Miguel Ángel Gallego en el juicio con jurado que se sigue en la Audiencia de Pontevedra por el crimen en un hostal de Mondariz. El acusado se limitó a reconocer los hechos que le imputan las acusaciones —«sí, son ciertos»— y se acogió a su derecho a no declarar.
De este modo, reconoció que, a principios de enero del 2021, asestó entre ochenta y noventa puñaladas a la víctima en la habitación del hostal donde esta última se encontraba hospedada. Posteriormente, trasladó el cuerpo aún con vida a un semisótano anexo al establecimiento, donde lo abandonó tirado.
Estado psicológico
A la vista de la confesión, el fiscal, que solicita 17 años de prisión por asesinato, renunció a buena parte de los testigos que debían comparecer estos días, medida a la que se adhirieron las acusaciones y la defensa. De hecho, el abogado del acusado, al arranque de la vista oral, se dirigió al jurado señalando que se negaban las acusaciones, por lo que iba a instar a la libre absolución de su cliente. En todo caso, dejaba la puerta abierta a que, en caso de un veredicto de culpabilidad, se le apreciase subsidiariamente una atenuante.
Todo parece indicar que las declaraciones de los testigos pivotarán en torno a esta cuestión, en determinar cómo le pudo afectar a la hora de consumar el crimen la psicosis esquizofrénica paranoide diagnosticada en el 2009. A este respecto, en su escrito de acusación, el fiscal reconoce que el acusado pudo actuar, según el informe médico forense, con una disminución parcial de su capacidad volitiva -aquella que domina sus impulsos-, «sin que conste ninguna merma en sus facultades intelectivas, aquellas que permiten discernir si lo que se hace está bien o está mal».
Posible trasfondo: el ruido
En cuanto al posible trasfondo del crimen, se recoge que víctima y verdugo «tenían malas relaciones de vecindad motivado porque el acusado ponía música a última hora de las noches y de madrugada». De hecho, unos días antes de su muerte, el fallecido se quejó a la propietaria del hostal que su vecino de habitación «lo molestaba, que hacía mucho ruido y ponía música por la noche, que daba golpes en las paredes o le pedía tabaco en reiteradas ocasiones».
Cuando Miguel Ángel Gallego se enteró de estas quejas, no dudó en dirigirse amenazadoramente a la víctima para advertirle de que «le había jodido y que le iba a pasar por la piedra».
El 9 de enero del 2021, el encausado adquirió en Ponteareas un cuchillo de cocina de 18,5 centímetros de hoja compatible, según los forenses, con todas las heridas que presentaba el cadáver.