Alumnos de La Inmaculada se acercan a la riqueza del río Gafos y conocen la falta de voluntarios para su conservación
Pontevedra
«Nós imos vellos, temos que deixalo e se non hai xente este traballo non continuará, perdémolo», dice Pablo Carro, de la asociación Vaipolorío
12 Jan 2024. Actualizado a las 11:22 h.
Un grupo de cuarenta alumnos de 3.º de la ESO del CPR Plurilingüe La Inmaculada de Marín visitaron este jueves el río Gafos en Pontevedra. La actividad, para la que contaron con la colaboración de la asociación ecologista Vaipolorío, no está vinculada a ningún proyecto medioambiental. Lo cuenta la profesora María López. «Vinimos a ver una obra de teatro en inglés y como el servicio de autobús es costoso quisimos completar la actividad con algo más», comenta la docente, tutora del grupo. Si el año pasado habían elegido una ruta por la zona monumental de la ciudad, esta vez decidieron acercarse al espacio natural de interés local (ENIL) del Gafos.
Para ello se pusieron en contacto con Vaipolorío, un colectivo que lleva más de veinte años trabajando en la conservación del cauce. «Pusieron todo de su parte. Fue una actividad bonita y nos gustó un montón. Queremos agradecer a los voluntarios Pablo y Manolo por su mucha sabiduría y todo lo que contaron», señala María López. Alumnos y docentes de La Inmaculada recibieron nociones de la flora y fauna del río Gafos, además de información sobre el trabajo de conservación que realizan los voluntarios, algo que quisieron poner en valor. «Nos contaron que cada vez son menos, llegaron a ser casi cien y ahora no pasan de veinte en las jornadas de limpieza que hacen los domingos en verano», expone la profesora.
Además de recorrer el tramo urbano del Gafos, conocieron el problema de las crecidas y lo que conlleva de arrastre de plásticos, que acaban en el río y el mar. También vieron la zona vallada de Campolongo y la aspiración de Vaipolorío de que algún día se pueda destapar el tramo soterrado. Algo que depende de la llegada de fondos europeos.
Pablo y Manolo son Pablo Carro y Manolo Gil. El primero dice que en el que poco tiempo que tuvieron intentaron dar unas pinceladas de la riqueza del Gafos y de sus amenazas. También aludió, ante ese grupo de jóvenes, a la falta de relevo generacional en la asociación: «O relevo xeracional é cero. Nos últimos anos achegáronse dúas ou tres persoas. Nós imos vellos, temos que deixalo e se non hai xente este traballo de conservación non continuará, perdémolo. Isto é voluntario, non se fai con diñeiro».