Siete de cada diez partes al seguro tramitados en Pontevedra son fraudulentos
Pontevedra
Línea Directa estima en 211 las organizaciones delictivas que operan en todo el territorio nacional para estafar a las aseguradoras
08 Feb 2024. Actualizado a las 10:20 h.
Siete de cada cien partes al seguro que se tramitan desde la provincia de Pontevedra son fraudulentos. Así lo pone de manifiesto el séptimo Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos y de Hogar elaborado por los especialistas, peritos y detectives de Línea Directa Aseguradora.
De este modo, el documento incide en que, en el caso de Galicia, A Coruña lidera el fraude con un 8,5 % de intentos de estafa y supera a Pontevedra en exactamente un punto porcentual. En Ourense, este porcentaje se sitúa en un 6,8 %, mientras que en Lugo en un 5,7 %.
De este modo, los engaños más comunes son la declaración de daños anteriores a la firma de la póliza y la simulación de siniestros. Desde Línea Directa aluden a motoristas que declaran haber sufrido un accidente en una gasolinera cuando, en realidad, ha sido circulando a todo gas en un circuito de carreras o a personas que reclaman una incapacidad permanente y una costosa reforma en su casa para adaptarla a su supuesta discapacidad, mientras sigue trabajando en su bar con normalidad, pero también el caso de un trabajador con una baja laboral prolongada que, a pesar del accidente y sus graves lesiones, demuestra conservar un excelente toque futbolístico.
110.000 intentos de estafas
Solo entre el 2021 y 2022 se produjeron en España, según datos de esta compañía aseguradora, 110.000 intentos de estafas, por lo que concluyen que «el fraude al seguro de autos no para de crecer, ya que el 8,8% de los partes que se declararon al seguro en los dos últimos años fueron intentos de estafa, casi cinco veces más que en el 2009».
Añaden que son varias las razones que explican este repunte, desde los efectos de la pandemia del covid-19 hasta una situación económica, marcada por la reducción del poder adquisitivo «por la inflación y el alza de los tipos de interés». Además, de que los avances tecnológicos en investigación permiten destapar irregularidades que en el pasado pasaban desapercibidas.
Esto ha permitido a Línea Directa elaborar un perfil del defraudador, el que se corresponde con un hombre joven de menos de 30 años desempleado o con un trabajo precario. No obstante, en los últimos años, también se ha expandido el que refiere a un varón de más de 40 años que realiza estas prácticas para obtener un dinero extra o para no tener que pagar una reparación.
Esto explica que la estafa más común es tratar de incluir en el parte daños ajenos al siniestro, siendo más habitual en un coche antiguo (de 11 a 14 años), en el lado derecho del vehículo y, generalmente, por no tener cobertura en su seguro para reparar los daños declarados. En cuanto a la época, se ha detectado un trasvase de estafas desde el verano al otoño, siendo los lunes y martes los días de la semana más propicios para los engaños.
«En los dos últimos años, la proporción de fraudes al seguro se ha incrementado notablemente, debido sobre todo a la situación económica. Además, la introducción de elementos tecnológicos basados en la Inteligencia Artificial está siendo decisiva para mejorar la detección de un delito que perjudica a todos los conductores, ya que incrementa sensiblemente el precio de las pólizas y que, en el caso de las redes organizadas, es especialmente peligroso», insiste al respecto Mar Garre, directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa.
Papel de las mafias
Por otro lado, se ha detectado que las redes organizadas recuperan su actividad, algo que preocupa enormemente al sector. Se trata de grupos de delincuentes que cometen fraudes en carrusel a distintas compañías con el objetivo de obtener indemnizaciones declarando lesiones falsas. «A menudo, estas redes están conectadas con delitos mucho más graves, están dirigidas por dos o tres cabecillas y suelen estafar, de media, unos 8.300 euros por caso, unas diez veces más que los engaños de los conductores particulares. Los fraudes de estas bandas suelen consistir en simular siniestros que nunca han existido o, directamente, causarlos implicando en ocasiones a terceros inocentes», añaden al respecto.
En este sentido, destacan que «el confinamiento y las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia habían causado muchos apuros logísticos a estas organizaciones». Sin embargo, la vuelta a la normalidad ha situado la actividad de estas mafias a niveles previos a la aparición del coronavirus.
Línea Directa estima en 211 las organizaciones delictivas que operan en territorio nacional, «un 11 % más que en el Barómetro anterior, lo que eleva a más de novecientas el número de mafias identificadas en el país en los últimos nueve años».
Un año más, el ránking lo sigue liderando Murcia con una tasa de 19,9 redes por millón de habitantes, que multiplica por 4,5 a la media nacional, seguido, a mucha distancia, por Andalucía (13,1) y Cantabria (6,8), mientras que Galicia, por su parte, tiene una tasa del 1.1.
Dispersión geográfica
A la vista de la metodología empleada por la aseguradora, por provincias, los territorios que registraron mayor proporción de fraudes son Cádiz (11,6 %), Málaga (10,8 %) y Cantabria (10%), todas muy por encima de la media nacional, que se sitúa en 8,8 %). En el lado contrario, las provincias con menos fraudes se encuadran en la «España vaciada»: Teruel (3,4 %), Soria (3,4 %) y Zamora (4,9 %).
Así, «el fraude al seguro de Autos se concentraría en tres focos diferentes: el eje sureste que une Alicante y Cádiz, el eje norte, que iría desde Cantabria a Navarra y, finalmente, Barcelona y su área de influencia».
Seguro de hogar
En lo que concierne al seguro de hogar, los intentos de estafa alcanzaron un 2,6 % de los partes declarados, porcentaje «que permite concluir que los intentos de engaño en esta línea de negocio se mantienen bastante estables a lo largo del tiempo, aunque se ha identificado cierto repunte a causa del confinamiento y de las restricciones de movilidad decretadas a raíz de la pandemia».
En este caso, las estafas más habituales implican el tratar de que la compañía cubra un daño producido con anterioridad a la firma de la póliza y la simulación de siniestros. En lo referente a su coste medio, el importe alcanza los 556 euros por parte falso.
Más del 38 de los conductores gallegos justifican el fraude
Uno de los aspectos más llamativos del informe de Línea Directa viene dado del hecho de que más del 38 % de los conductores gallegos justifican engañar a su compañía de seguros. La media nacional se sitúa en el 40 %.
Además, el 63 % de los automovilistas españoles que reconocen haber cometido un fraude al seguro «no se arrepienten en absoluto» y más del 70 % de los conductores gallegos asegura «que denunciaría a otro conductor por dinero», mientras que casi el 14 % sostiene que le han propuesto participar en un estafa.