La Voz de Galicia

Jaime Blanco: «Fui el pionero fuera de Norteamérica»

Pontevedra

Sheila Ceuve, S.B. Pontevedra / La Voz Deportista de Paddleball

El pontevedrés fue el primero en introducir este deporte en Europa y ya cuenta con títulos mundiales en Paddleball

19 Aug 2024. Actualizado a las 13:29 h.

Resiliencia, once letras y dos acepciones en el diccionario, una palabra que tiene un significado que va mucho más allá del que se le atribuye lingüísticamente. Y es que a veces hace falta tener muy claros cuáles son los objetivos para superar cada desvío del camino que insta a abandonar.

Tras 25 años apartado del deporte y sin motivación para introducirse en alguna actividad física, un libro que llega de México en los años 80, presenta al futuro campeón del mundo de Paddleball, lo que sería el principio de una pasión.

Jaime nunca esperó que aquello a lo que jugaba de pequeño con una pared y una pala de madera, tuviese nombre y fuese el deporte que lo propulsaría cuando fuese adulto.

«Como se dice, la necesidad obliga, y el médico me dijo que tenía que hacer deporte y empecé por andar, pero a mí lo que me gusta es competir», y así fue como el Paddleball empezó a adueñarse de la vida de Jaime sin rumbo alguno. El primer paso de todos fue buscar una pared que se ajustase a las necesidades de esta disciplina deportiva. Tras un año de búsqueda, una pared en el colegio de Campañó fue la elegida y es actualmente, el terreno de entrenamiento de Jaime, «la debieron poner para proteger la pista cubierta de la lluvia, y ya llevamos diez años allí».

Los comienzos nunca son sencillos, y es que este no fue una excepción. El deportista tuvo que soportar e ignorar una lluvia de comentarios sobre su físico y la imposibilidad de compaginar este con un deporte, que además es totalmente desconocido. Él simplemente era «Jaime el de las setas», otro de sus pasatiempos, pero tiempo después, y sin cesar en su esfuerzo, ahora es «Jaime el campeón del mundo», y pudo demostrar su fuerza y resiliencia a todos los que dudaron de él. «Yo fui pionero fuera de Norteamérica, cuando empecé no tenía ni idea de si alguien jugaba a esto o no», explica el deportista.

El Paddleball nace en los años 30 como el antecesor al ya popular pádel, y podría definirse como una mestizaje entre la pelota vasca y el frontón. Este deporte cuenta con varias modalidades como One Wall o Three Wall, y se puede jugar tanto en Indoor como en Outdoor.

Se compite en una pista con una pared de seis metros de ancho por cinco de alto, y existen varias pelotas con las que se juega, las hay más grandes y más ligeras o más pequeñas y más pesadas. Además, cuenta con una gran peculiaridad, que es la forma de puntuar. Al contrario que en el pádel, en este deporte, solo se suma puntos si se gana el saque propio. «A veces un partido puede llegar a durar mucho y mantenerse en el 15-15 durante mucho rato», cuenta el profesional. Además, el ambiente en las competiciones es «muy bueno» y siempre termina con algún viaje por la zona y conociendo sitios nuevos con sus compañeros de deporte.

Jaime confiesa que una de las cosas que más le gusta del Paddleball, y no tanto del Racketball, es poder cambiar la pala cuando el jugador lo considere, al ser ambidiestro. Eso sí, en el momento en el que la pala se cae en un cambio de mano, el punto se pierde, «siendo sincero, de diez años que llevo jugando a esto, solo se me ha debido caer la pala tres o cuatro veces».

 

EE.UU., la cuna del Paddleball

Esta disciplina deportiva es meramente practicada en EE.UU., en concreto, La Vegas recoge cada año el la competición a nivel mundial y en diferentes zonas como Brooklyn, Nueva York, se llevan a cabo diferentes competiciones. Por su parte, América del Sur cuenta con presencia principalmente en Racketball.

Jaime descubrió su pasión y desde entonces, no dudo en mover cielo y tierra para explotar su faceta más competitiva y poder volver a casa con un título bajo el brazo, y sobretodo, experiencias y anécdotas que nunca olvidará. «En el 2016 le digo al presidente de la MPA que voy a ir y me llama el director deportivo de la marca que uso y me dijo que por qué no, antes de ir a Las Vegas, voy a su casa a San Diego y así practicaba con el campeón del mundo», oportunidades que Jaime ni en sus mejores sueños había imaginado.

Actualmente, Jaime Bernardo Blanco Dios, cuenta con un palmarés ejemplar, en el que ya relucen títulos como campeón en dobles masculinos de mayores de 50 años en Albuquerque con su pareja Tony Onimole o su gran hito, quedar campeón del mundo en dobles mixtos de Three Wall Paddleball con Melissa Sky, una jugadora del Bronx que fue la número uno del mundo aguantando invicta el título internacional durante muchos años seguidos.

Jaime habla ilusionado del nuevo mundo al que se introdujo, sin dudar por ningún momento que es una de las mejores decisiones que ha tomado.


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