La Voz de Galicia

El pontevedrés Carlos Álvarez da el salto a los Hispanos: «Estoy contentísimo, no acabo de creerlo»

Pontevedra

nieves d. amil pontevedra / la voz
Carlos Álvarez, en una foto de archivo cuando el Cisne logró el último ascenso a Asobal

El exjugador del Cisne, ahora en el Ademar, recibió la llamada de Jordi Ribera para jugar el clasificatorio a la Eurocopa

19 Oct 2024. Actualizado a las 17:40 h.

Antes de cumplir los 22 años, Carlos Álvarez se enfundará la camiseta de los Hispanos para pelear por la clasificación de la selección nacional al Europeo del 2026. Es la primera vez que va con los «mayores» después de haber repetido muchas veces convocatoria con la selección juvenil. Este extremo formado en el Cisne y de corazón blanco dejó su equipo para dar un salto de calidad el año pasado al fichar por el Ademar. Deslumbró en el Pabellón Municipal de los Deportes de León cuando su brillo ya había cegado a la afición pontevedresa.

El camino parecía que solo podría desembocar en la selección absoluta, pero fue hace un par de días cuando al otro lado del teléfono escuchó la voz del seleccionador, Jordi Ribera. Quería contar con él para los dos partidos clasificatorios ante Estonia y Letonia. «No sabía ni donde meterme, no me podía creer que me llegase esa oportunidad. Sé que hay mucha gente detrás que está ayudándome y apoyándome en todo momento», reconocía este viernes Carlos Álvarez. Pronunciaba estas palabras poco después de que se hiciese pública una lista que llevará a dos gallegos a la selección. Carlos debutará, pero lo hará de la mano del cangués Rodrigo Corrales, portero veterano del equipo nacional que juega este año en el MKB Veszprém húngaro.

«La verdad es que uno siempre sueña con defender la camiseta de la selección absoluta, pero cuando llega este momento, no acabas de creértelo. Estoy contentísimo por tener esta oportunidad y solo puedo agradecérselo a la gente que siempre está ahí, los clubes en los que jugué, mis amigos y mi familia», recalca Carlos Álvarez, que no quería perder la concentración ante el partido que tenía que disputar ayer por la noche ante el Cuenca. «No hay otra palabra que pueda definir mejor cómo estoy que contentísimo. No puedo describirlo, pero tengo que mantener los pies en el suelo y más porque tenemos hoy partido. Hay que llevarlo con humildad. Si queremos estar en ese círculo hay que hacerlo así», advierte.

A Carlos Álvarez le avala el buen juego desde el extremo, pero también el título de máximo goleador de Asobal el año pasado. 200 goles con el Ademar le llevaron al primer puesto, seguido de Juan Castro, su compañero de equipo, con 165.

 

Aprovecharla al máximo

Tiene el descaro de la juventud para jugar sin miedo. Ahora sorprende en León y le toca enamorar desde la selección, pero el brillo de la calidad lo tiene desde que era un crío. Carlos despuntó dentro de una generación en la que el Cisne formó un equipo cuidado desde la base con el que dio por primera vez el salto a Asobal. Ya casi no queda ningún jugador de esa etapa en Pontevedra. Aunque Álvarez luzca la camiseta del Ademar, su corazón siempre será blanco, pese a los tintes rojos que imprime ahora Dani Gordo. Parte de su fichaje llegó gracias al histórico Manolo Cadenas y a su anterior entrenador en el Cisne, Jabato. Hoy está en manos también de Jordi Ribera, y solo pide una cosa: «Esta convocatoria va por todos los que me ayudan, aprovecharé al máximo para que en el futuro pueda repetirse».

Su llegada a la selección es un paso de gigante para un joven que este año compaginará el equipo nacional con la competición europea del Ademar y la liga: «Esta siendo un año muy bueno en lo personal, hay que seguir trabajando para obtener lo máximo». Y además, se saca curso por año en la universidad.

 


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