La Voz de Galicia

El PSOE vuelve a ser socio preferente

Pontevedra

EUGENIO GIRáLDEZ EUGENIO GIRáLDEZ

Lores lleva tiempo metiendo fichas a Puentes convencido de que los socialistas terminarán posibilitando la aprobación del presupuesto municipal del 2025

22 Dec 2024. Actualizado a las 05:00 h.

El momento político actual en el Ayuntamiento de Pontevedra recuerda, salvando las lógicas distancias, al que atraviesa el Gobierno de la nación. El gabinete local intenta sobreponerse a su situación de minoría negociando para intentar la aprobación de los presupuestos municipales para el 2025 que ascienden a casi 100 millones de euros. Hay un cierto paralelismo con la tesitura del Gobierno español que persigue reeditar la mayoría parlamentaria que permitió investir a Pedro Sánchez; aprobar algunos proyectos de ley, entre ellos la polémica amnistía a los políticos independentistas catalanes y que ahora pretende reunir los votos necesarios para que le aprueben los Presupuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio. Oxígeno para sobrevivir. Necesitará de la complicidad de Puigdemont y Podemos. Ambas, de momento, muy complicadas.

En el caso del Concello de Pontevedra, el grado de desesperación es mucho menor. Miguel Fernández Lores, pese a la permanente dificultad de gobernar en minoría, no padece los sobresaltos cotidianos que cercan al inquilino de La Moncloa. Ni por circunstancias políticas, tampoco por asuntos judiciales. Esta vez Lores llega al trance de los presupuestos con una disposición mucho menos tensa que hace doce meses, cuando el PP y sobre todo el PSOE, empujaron al edil nacionalista a someterse a una moción de confianza que terminó perdiendo.

Aunque el riesgo de una moción de censura que pudieran articular populares y socialistas desató nervios en la sede del BNG, finalmente se evidenció que era una ficción, lo que permitió a Lores aprobar el presupuesto municipal del 2024 acogiéndose a lo regulado por la Ley del Régimen Electoral General (Loreg).

 

Incertidumbres

Un año después de aquello, el desenlace probable que se atisba apunta en dos direcciones. Por un lado, está un previsible acuerdo entre los grupos del Bloque y del PSOE. Por el otro, se halla una prórroga del presupuesto del 2024.

No es probable que Lores se vuelva a someter a una moción de confianza. La citada Loreg estipula que un alcalde no puede proponer más de una por año. Recordemos que la anterior se votó el 8 de enero de los corrientes. Por tanto, el escenario más interesante para el actual regidor sería consumar un acuerdo con el PSOE. Fernández Lores lleva tiempo metiendo fichas a Iván Puentes con repetidas declaraciones con el guiño del socio preferente. El regidor pretende restablecer entendimientos, hasta ahora ausentes.

Recordemos que el actual mandato empezó enrarecido pues la aritmética que se desprendió de las urnas de mayo del 2023, colocó a Lores en una situación muy frágil, siempre a expensas de tener que negociar con PSOE y hasta con el PP aquellos temas que requirieran de aprobación plenaria. Es algo a lo que el veterano alcalde estaba desacostumbrado después de 24 años consecutivos en la poltrona, presidiendo gobiernos de coalición.

Del mismo modo que el alcalde y su grupo han tenido que adaptarse a gobernar en minoría, el PSOE con sus cinco concejales y el nuevo rol de Iván Puentes al frente del grupo, viró a la oposición distanciándose del amiguismo que mostraron los socialistas en etapas anteriores liderados por Tino Fernández. Puentes comenzó la legislatura rompiendo los ídem con Lores, negándose a cualquier fórmula de gobierno coaligado con el BNG.

Los nacionalistas, encabronados, respondieron dinamitando unos cuantos asuntos que habían trabajado los socialistas en el mandato anterior. El más notorio era el traslado del mercadillo ambulante de los sábados a la Alameda, tema vetado por Lores que lo ha tomado como una cuestión de honor. Tan a pecho cómo mantener cerrada la avenida Reina Victoria, aunque luego haya que gastar 12.000 euros de los contribuyentes cada vez que se levanta y se repone el absurdo skate-park, de uso minoritario.

Los socialistas exigían hace un año para acordar con Lores, traer la feria al centro y, junto al PP, reabrir al tráfico la avenida, lo que dinamitó cualquier posible entendimiento. La incógnita a despejar ahora consiste en saber dónde ponen el listón los socialistas y cuánto cederá el BNG. O sea: cuál sería el precio del apoyo del PSOE para votarle el presupuesto.

 

Rafa en modo alternativa

En estas semanas previas, el jefe de la oposición municipal mantuvo un par de reuniones con el concejal de Economía en un clima cordial, según ambos. Pero la posibilidad de acuerdos era imposible. El PP no apoyará el presupuesto municipal de Lores del mismo modo que ocurriría si la situación fuera la inversa. Dice Lores que Rafa está muy cómodo haciendo oposición pura y dura. Evidentemente. Rafa Domínguez sigue con su estrategia política a largo plazo construyendo una alternativa de gobierno. Asentado como líder del partido más votado por la ciudadanía en los últimos comicios municipales, generales y autonómicos; fortalecido con los once concejales que obtuvo en 2023 siendo lista más votada; potenciado con el cargo de vicepresidente de la Diputación dónde maneja un influyente presupuesto en el área de Cultura que resalta su papel en la ciudad con temas como el Museo, Santa Clara y la Bienal y, en suma, configurándose en el rival de Lores o quien presente el BNG en el 2027. Su gran oportunidad de conseguir una alternancia en la Alcaldía que no habrá ocurrido en los 28 años anteriores.


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