Diecisiete días con un poste de teléfono, que le destrozó el tejado, a medio caer sobre su casa en Barro: «Falei con sete asistentes virtuais, voume volver tola»
Pontevedra

Dolores Candeán acaba de poner denuncia ante la Guardia Civil porque Telefónica, que dice que retirará la estaca el día 25, no llegó a darle más respuesta que a través de un asesor digital: «Véxome tan indefensa que non me quedou outra que denunciar»
19 Feb 2025. Actualizado a las 14:06 h.
La historia de Dolores Candeán y de su marido, Pepe Magariños, vecinos del municipio pontevedrés de Barro, es el vivo reflejo de cómo un problema cotidiano, algo aparentemente sin gran trascendencia, se acaba convirtiendo en una pesadilla. La mujer, llena de angustia, cuenta que se está «volvendo tola» por culpa de todo lo que le está pasando desde el día 2 de febrero, cuando el temporal hizo estragos en el municipio y dejó a medio caer un poste de teléfonos sobre su vivienda. La empresa Telefónica no ha acudido a retirarlo aún pese a que ella lo intentó por todos los medios y hasta puso una denuncia ante la Guardia Civil. Tiene miedo por lo que puede pasar si el poste, que ya provocó daños en el tejado de la vivienda en una primera embestida contra ella, cae del todo. Pero, sobre todo, tiene mucha rabia e impotencia acumulada: «Falei con sete asistentes virtuais de Telefónica, estoume volvendo tola. Pídenme datos polo Whatsapp e eu ao principio dáballos, pero a Garda Civil díxome que non sexa parva e non facilite nada diso por teléfono, e agora xa non llos dou».
Todo empezó, efectivamente, el día 2 de febrero, cuando en medio de un temporal el poste de teléfonos que estos vecinos tienen dentro de su finca (en su día accedieron a tenerlo allí) quedó parcialmente arrancado. La estaca se dobló, se enrolló en la chimenea de su casa y provocó estragos en el tejado de la vivienda: «Fixo un furado e empezounos a chover dentro. Chamamos a un albanel para facer un apaño e que non caera tanta auga, pero non lle deixamos arranxar o tema ben por se despois non se fan cargo del os de Telefónica», cuenta Dolores. Ese mismo día ella empezó a hacer trámites con la compañía de teléfonos; trámites por llamarles de alguna manera, porque en realidad no consiguió demasiado. «O único que logrei foi que unha e outra vez me derivaran a un asistente virtual. Teño o móbil cheo deles, pero non me entendín con ningún. A min non se me deu resposta ningunha», indica.
Los días iban pasando y su estupor aumentaba. La mujer ve que cada día el poste se inclinaba más y, por tanto, el peligro de que cayese sobre su fachada, sobre la carretera que colinda con ella o incluso sobre algún viandante era mayor, así que llamó y llamó a Telefónica y hasta contactó con la Diputación porque la carretera sobre la que puede caer el poste es de titularidad provincial: «Véxome tan indefensa, tan enfadada porque segue chovendo nada casa e ninguén fai nada, que ata chamei á Deputación para dicirlles que o poste caerá en calquera momento na estrada e pode haber unha desgraza, porque ademáis pode levar por diante tamén os cables da luz. É un perigo e está ben á vista. Pero nada se arranxa ata que ocorre unha desgraza», indica.
La mujer primero se desahogó en Facebook, pero después pensó que su cabreo merecía algo más que la solidaridad que le mostraron en las redes sociales. Así que fue hasta Caldas y presentó una denuncia ante la Guardia Civil. Dice que le hubiese gustado no tener que llegar hasta ese punto, pero que no fue posible: «Non me quedou otra que denunciar, non me deixaron máis remedio». Dolores cuenta que, aunque Telefónica, obviamente, no tiene que conocer su situación personal, tanto esta como cualquier otra empresa o institución debería actuar siempre con celeridad y empatía porque detrás de un problema aparentemente sencillo como el de la caída de un poste puede haber circunstancias familiares complicadas como las suyas. Explica que tiene en casa a su suegra, de 94 años, a su tía, de 86 y a su marido, que se está recuperando de un trasplante cardíaco que le hicieron hace siete meses. «Todos eles necesitan coidados, están todos delicados. E que nos pase algo así e ninguén nos faga caso non axuda en absoluto. Soamente pido un pouco de boa fe, que me atenda alguén», dice la mujer.
A preguntas de este periódico, Telefónica indicó que la reposición del poste de Barro está prevista para el día 25 de este mes.