Un muro impide el acceso a las ruinas del Bueu romano
Bueu
El hallazgo se produjo al tirarse la fábrica de Alonso hace 19 años
12 Feb 2020. Actualizado a las 05:00 h.
Bueu presume de sus orígenes romanos con un panel explicativo en el paseo marítimo, donde se exhibe la imagen de una de las centenares de ánforas que salieron a la luz en excavaciones en la segunda mitad del siglo XX. Los hallazgos del 2001 fueron excepcionales porque documentaron el primer horno de fabricación de ánforas romanas del norte de la penínsulas Ibérica y, por si no llegara con uno, a los pocos días se descubrió un segundo. Además se encontraron los cimientos de la factoría de salazón de la época imperial, hace unos dos mil años, y lo que debió ser un su día una villa del terrateniente.
Ahora bien, si uno quiere ir más allá del panel para observar sobre el terreno lo que queda de aquella industria bimilenaria, el origen mismo de Bueu, es mejor irse hasta el Museo Massó y contemplar allí la reconstrucción idealizada y observar los objetos que se exhiben en las vitrinas.
Del 2001 se preservó una parte de las estructuras romanas, pero ni están señalizadas, ni hay ningún panel que las interprete para el visitante. Y es que por haber, no hay ni forma de poder acercarse a ellas. A lo sumo que se puede llegar, tal y como están ahora, es a coger un móvil e intentar hacer una foto entre las ranuras del cierre que impide aproximarse. Es difícil estar tan cerca, a apenas unos metros, y a la vez tan lejos, porque es imposible ver bien las ruinas y mucho menos acertar a saber in situ qué es lo que esos montones de piedra fueron en su día. El Concello le pidió al conselleiro de Cultura, Román Rodríguez su intervención para poner en valor el yacimiento a finales del año pasado. Es una más de las gestiones de los últimos 19 años, pero por ahora, en Pescadoira, solo crece el musgo.