La Voz de Galicia

Un marinero de Bueu: «Non estou saíndo ao mar porque cada vez que imos traballar, quedo empeñado»

Bueu

marcos gago bueu / la voz
Algunos de los asistentes a la asamblea de la cofradía de pescadores de Bueu

Los profesionales del mar recelan de las promesas del Gobierno central y la flota artesanal mantiene su amarre en Bueu: «Queremos que baixen o gasoil»

24 Mar 2022. Actualizado a las 21:09 h.

Las cuentas no le salen a las gentes del mar en el puerto de Bueu. El descabellado precio del gasoil ha logrado algo que ni siquiera consiguió el chapapote del Prestige: que la bajura amarre. Al menos en la marea negra, los buenenses lucharon como leones y recogieron el fuel hasta con las manos para salvar su ría. Ahora toca enfrentarse otra vez a un grave problema causado por el combustible, pero que en vez de galletitas de chapapote, se ceba con la flota a modo de abultadas facturas del gasoil. Y tan destructivo está resultando el primer problema como el segundo.

Manuel Otero, del Virxe dos Mares, fue uno de los muchos armadores y marineros que ayer acudió a la asamblea extraordinaria en la lonja. Al salir, ya con el acuerdo unánime de seguir amarrados hasta el martes, este buenense expuso el desánimo al que se enfrenta el sector. «Non estou saíndo ao mar porque cada vez que imos traballar, quedo empeñado». Lo explica con desolación porque recuerda que en su barco son «catro persoas a bordo». En más de treinta años de trayectoria profesional, jamás se había encontrado en una situación semejante. «Nunca», recalca.

Manuel Otero, del Virxe dos Mares, en la lonja de BueuM.G.

«Mandar 4 persoas ao paro»

Del Gobierno central, como sus compañeros, espera que «nos baixe o gasoil, aos prezos que tiñamos antes». Sostiene que si no se consigue despejar esta situación a corto plazo, la alternativa será dolorosa y extrema. Con pesar remacha: «Teño catro familias que manter e terei que botalos ao paro. Non podemos seguir así, porque ao saír ao mar, en vez de gañar, perdo cartos», concluye. Y ninguna empresa, por muy pequeña que sea, tiene un futuro si solo recoge pérdidas.

Con el gasoil batiendo sus propios récords —1,10 euros el litro en el puerto de Bueu este jueves—, las gentes del mar se revuelven contra un acuerdo que consideran que no responde a su urgente y acuciante necesidad. Así que mientras no haya más novedades, la flota polbeira más grande de la provincia de Pontevedra seguirá amarrada a sus pantalanes, en principio, hasta el martes.

«Non estamos pedindo esmola, un prezo razoable do gasoil é suficiente para traballar»

Afectados por el elevado precio del combustible en la lonja de BueuM.G.

Adrián trabaja a bordo del Cambados, una embarcación con dos tripulantes. También estuvo en la reunión en la lonja de Bueu y, como los demás presentes, apoya prolongar el amarre como protesta. «Non damos gañado para os gastos, e así non damos feito nunca nada, non podemos progresar», resalta. En 25 años trabajando en la pesca, subraya que «nunca estivemos tan mal». Es contundente a la hora de exponer lo que está pasando. «Queremos que nos baixen o gasoil, porque senón imos ter que deixar de traballar», advierte.

Con más de veinte años en el mar, José Manuel, del Noas, tampoco ahorra calificativos. «Está a situación fastidiada. Sempre houbo anos mellores e anos peores, pero non esta situación tan mala», comenta. «Se vas ao mar non cobras para os cubrir os gastos e non se pode seguir así co prezo do gasoil», recalca.

Este buenense insiste en que, desde el punto de vista del sector, no están reclamando un imposible y que su objetivo laboral es volver a faenar con normalidad, no tener su barco amarrado en el puerto. «Nós non estamos pedindo esmola, porque cun prezo razoable do gasoil é suficiente para que poidamos traballar», sentencia. A la cotización actual, muy por encima de lo normal, no les compensa. «A nós, todo o que sube por riba de setenta céntimos é caro», precisa. En la ría pontevedresa el combustible está esta semana cuarenta céntimos más por encima de ese baremo.

Jaime, del Nuevo Veracruz, remacha: «O gasoil nunca estivo tan caro. O pouco que gañamos o temos que gastar niso e en seguros. Se non se arranxa iso, hai que facer folga», concluye.


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