Solidaridad llena de sentimientos en Santiago

«Le estoy agradecido de por vida a la Fundación Andrea». «Con ellos vimos el cielo abierto. Ha sido un ángel en el camino». «Nos dio la vida». Los testimonios de tres familias con pequeños que sufrían distintas enfermedades que les obligaban a estar hospitalizados durante largo tiempo pusieron los sentimientos a flor de piel desde el minuto inicial en la gala organizada por la Fundación Andrea al dejar patente la importancia de la labor que realizan. Son más de 3.000 familias a las que prestaron ayuda desde su puesta en marcha, tal y como recordaba la presidenta de la entidad, Charo Barca. Entre los planes de futuro en Santiago se encuentran construir la Casa de Andrea, para lo que es necesaria la colaboración del Concello.

La cita organizada para recaudar fondos parar ayudar a familias con niños con enfermedades de larga duración, crónicas o terminales y con limitados recursos económicos reunió en el pazo de San Lorenzo a más de 450 personas. En ella se estrenó como padrino de honor el actor Javier Gutiérrez, que intervino desde Bilbao: «Hacéis un trabajo enorme y hay que dar a conocer la fundación fuera de Galicia». 

Además, la propia fundación entregó sus «varitas mágica» con las que reconoce la labor de entidades y personas que la apoyan de manera continuada. En esta ocasión fueron para el Concello de Campo Lameiro y sus vecinos, para Manuel Silva Constenla —recogió la distinción una colaboradora— y para Alicia Martínez y Francisco Varela, padres de una pequeña ya fallecida que pidieron que se ingresase a la fundación el dinero de las flores. Además, este año como conductora del acto se estrenó Ángela Carballal, hermana de Andrea — que da nombre a la fundación—, junto a Ramón Castro.

El acto contó con amplia representación institucional con la participación del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín; el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña; y el rector de la Universidade de Santiago, Antonio López, entre otros. Precisamente, desde la Fundación Andrea destacaron la labor de voluntarios pertenecientes a la Universidade.