Una piscina municipal de quita y pon en Cuntis
Cuntis
La Justicia, tras trece años masticando el asunto, obliga al Concello a entregar su vaso a la firma Termas de Cuntis. El Concello lanza un mensaje de prudencia: «Este verán utilizarase igual», dice el alcalde
07 Feb 2024. Actualizado a las 05:00 h.
En Cuntis, como en casi todos los pueblos del interior de Galicia, la piscina municipal es el pan y la sal de cada verano; el recurso pasado por agua que le da vida a los niños y a los chavales hasta que no tienen un coche con el que poder ir a ponerse a remojo a la playa. Por eso, que haya una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que ordena al Concello entregar la piscina municipal a la empresa Termas de Cuntis seguramente haya preocupado a más de uno. ¿Qué dice el Concello? El alcalde, el socialista Manuel Campos, lanza un mensaje de prudencia. Sin quitarle importancia a la sentencia, el regidor explica que se trata de un culebrón que viene de muy lejos y que, si bien es cierto que el fallo judicial implica que Cuntis entregue la piscina, «iso será cando haxa outra nova que poder usar». Mientras tanto, sostiene el regidor, se podrá utilizar la actual, ubicado en pleno casco urbano, a orillas de la carretera nacional, con la misma normalidad que hasta el momento.
Es cierto que este expediente, que por su larga historia parece más un charco que una piscina, lleva muchos años dando tumbos en los juzgados. Todo empezó porque el Ayuntamiento firmó en su día, en 1994, un convenio con Termas de Cuntis, que incluía un intercambio de terrenos y que implicaba que la Administración le cediese a la empresa la llamada finca Budeón y la Huerta Rectoral, que es donde se ubican las piscinas. Años después de esta rúbrica, al no cumplirse ese acuerdo, la firma le reclama al Concello vía judicial que le entregue esos terrenos.
Comienza entonces una larga batalla judicial que Termas de Cuntis gana relativamente, porque se falla una y otra vez que le tienen que devolver la piscina, pero pasa el tiempo y esa acción no se ejecuta. En abril del 2023, ocurre algo bastante insólito que le da a entender al Concello que puede salir airoso de este asunto. No en vano, un juzgado contencioso de Pontevedra dictaminó que devolver la infraestructura era ya imposible y que se debía archivar la causa y punto. Pero, ojo al dato. Esa fallo fue recurrido al TSXG, que le enmendó la plana al juzgado pontevedrés y dice ahora que el Ayuntamiento sí tiene que devolver esa finca de Budeón donde se ubica el vaso.
Volver a la casilla de salida
¿Qué toca ahora? Todo vuelve un poco a la casilla de inicio. El TSXG dice que sí es posible que el Ayuntamiento entregue la infraestructura y que eso se tendrá que hacer «en la forma, términos y condiciones que fije el juzgado». Por lo tanto, el asunto vuelve a viajar hasta el contencioso pontevedrés para ver cómo se hace esa entrega de la piscina. ¿Qué espera el Concello? El alcalde tiene claro que hay que cumplir la sentencia, pero sostiene que la piscina no se podrá entregar hasta que el municipio cuente con unas instalaciones de las que poder servirse.
Insiste el mandatario en que la obligación del Ayuntamiento que preside es tomar medidas y decisiones para contar con esa nueva infraestructura acuosa. ¿Lo está haciendo? Campos defiende que sí: «Fixemos xa un proxecto para contar cunha nova piscina no lugar do Campo, de feito xa o presentamos. Pero obviamente hai que buscar financiación para levalo a cabo e iso vai levar un tempo, non é algo inmediato», señala el regidor. Paralelamente, indica también que mientras no se llegue a ese punto, hasta que haya un relevo para las veteranas piscinas municipales, estas seguirán funcionando con normalidad y alegrando los veranos a la muchachada. Habrá que ver ahora si las palabras del regidor coinciden con la hoja de ruta del juzgado pontevedrés al que el TSXG le devuelve esta patata caliente en forma de piscina.
Mientras va y viene el expediente, el plan B para contar con unas piscinas alternativas en Cuntis pasa, efectivamente, por ese proyecto de O Campo, donde se prevé construir una nueva infraestructura en unos terrenos que cuentan con calificación de suelo rústico pero que tienen permitido albergar este tipo de uso. ¿Quién pagará la construcción? El Concello va a pedir auxilio a la Diputación, como ya hizo sin éxito anteriormente, ante su culebrón de piscina quita y pon.