Una vecina de O Vao emplea documentación robada para contratar tres líneas telefónicas

En la noche del 22 de octubre del 2019, un hombre que, actualmente, se encuentra en paradero desconocido atracó a una pontevedresa aprovechando que se había apeado de su vehículo para tirar las basura. Se aproximó a la víctima y exhibiendo un objeto punzante, le exigió que le entregase todo el dinero que llevase encima.

La denunciante se negó, al tiempo que intentó introducirse, de nuevo, en su coche. El ladrón, entonces, la sujeto con fuerza y la empujó tirándola al suelo para, acto seguido, introducirse en el turismo para sustraer el bolso que se encontraba en el asiento del copiloto y en el que había unos quince euros, su DNI y otra documentación personal, un tarjeta bancaria, unas llaves y un teléfono Samsung Galaxy.

A consecuencia de la caída, la víctima sufrió distintos traumatismos a nivel de malar izquierdo y codo izquierdo, así como una sinovitis de cadera.

Poco tiempo después, el atracador, que ha sido declarado en rebeldía, entregó a su cuñada, una vecina de O Vao, en el municipio de Poio, el DNI y el teléfono móvil de la pontevedresa. Esto le permitió conocer que esta última tenía un contrato de telefonía móvil con la compañía R Cable, por lo que seguidamente, movida por la intención de obtener un beneficio económico, decidió contratar tres líneas telefónicas con esta empresa que, como contrapartida, le entregaría un terminal por cada una de ellas.

Consciente de que a su dirección en el asentamiento marginal de O Vao no le iban a remitir los teléfonos de última generación, la sentencia considera acreditado que se concertó con su nuera, que reside en la ciudad de Pontevedra. De este modo, «entre las dos suscribieron por vía telefónica el contrato de las tres líneas a nombre [de la víctima del robo], utilizando los datos de su DNI», pero haciendo constar como dirección de entrega la de la nuera.

Una vez suscrito el contrato, la compañía de telecomunicaciones remitió tres teléfonos Huawei P30 Lite de 128 gigabytes de memoria cuyo valor por entonces ascendía a 726 euros. Estos terminales fueron entregados por un repartidor de una empresa de reparto a la nuera de la vecina de O Vao, quien facilitó el DNI de la víctima del robo para justificar la entrega y seguidamente.

Posteriormente, el 27 de noviembre del 2019, procedió a venderlos en un comercio de compraventa de segunda mano de Vigo por un total de 450 euros.

Sentencia condenatoria

Estos hechos han sido considerados acreditados por el Juzgado de lo Penal número dos de Pontevedra, que ha confirmado el acuerdo de conformidad alcanzado con la Fiscalía y la acusación particular. De este modo, la vecina de Poio fue condenada a seis meses por receptación e idéntica pena por estafa, mientras que a su nuera únicamente le cayó esta segunda pena. La sentencia establece la suspensión de la ejecución de las tres penas de prisión anteriores por tiempo de dos años condicionada a que no delincan en dicho plazo y paguen la responsabilidad civil mediante el abono de 50 euros mensuales.

Y es que la resolución concluye que ambas deben indemnizar a R Cable con 726 euros.